Las dos caras del Sporting: los datos que explican la fuerza de El Molinón y la vulnerabilidad a domicilio

Los rojiblancos crecen en El Molinón: llegan más (13,9 tiros por 9,8), doblan goles (23 por 12), y reciben menos (10 por 16)

Las dos caras del Sporting

Las dos caras del Sporting / LNE

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

«Sabemos que si fuera rendimos así no seremos un equipo que merece ascender. O cambiamos ya, o no podremos estar arriba. Fuera hay que dar otra imagen para poder sumar», admitió Miguel Ángel Ramírez tras la derrota del Sporting en su visita al Amorebieta (3-1) en una de sus ruedas de prensas más autocríticas desde su llegada a Mareo en enero de 2023. La dura y sonora derrota en Lezama frente a un modesto como el Amorebieta, que, además, dejó el farolillo rojo de la clasificación, confirma la tendencia a la baja del Sporting, especialmente cuando no juega bajo el paraguas de El Molinón. Los fríos datos reflejan que la dinámica es descendente en esta segunda vuelta del campeonato. El proyecto de Ramírez cerró la primera fase de la campaña tercero, con 35 puntos, mientras que contabilizando solo la segunda parte sería ya decimocuarto, con 14, en la zona media-baja de la tabla.

La caída desde que arrancó la otra mitad del campeonato es palpable, de acuerdo a los números. A domicilio se ha acentuado con cuatro derrotas consecutivas y solo tres puntos de quince (sería el decimosexto visitante si solo se cuentan los encuentros de la segunda vuelta, cuando la primera franja la cerró como el cuarto mejor forastero). Pero el equipo rojiblanco sigue, a falta de solo diez jornadas, con tiempo para todo: hoy tiene 49 puntos, a cuatro del ascenso directo, y a tan solo uno del play-off que marca esa sexta posición que ahora defiende el Racing de Santander y que precisamente este sábado (18.30 horas) visita El Molinón. Es precisamente en su estadio donde el equipo rojiblanco mantiene el tipo: suma 10 de 18 puntos en esta delicada fase de la temporada, amarrando los últimos seis. Un equipo temible en El Molinón y vulnerable cuando hace la maleta. Los analistas explican apoyándose en números ese comportamiento bipolar del conjunto rojiblanco, digno del extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. Los de Ramírez son peores en todo cuando no corren por el verde del campo municipal gijonés, de acuerdo a los números. En ataque generan menos: 9,8 disparos como visitante por 13,9 intentos como local. También termina menos jugadas sobre palos: 3,4 tiros a puerta por 4,5. Datos que justifican el motivo por el que el equipo suma casi el doble de goles en El Molinón que fuera: 23/12.

Ese bajón, que afecta a la mayoría de clubes de Segunda División pero que está golpeando sobremanera al Sporting con el transcurso de la competición, también alcanza al rendimiento de la defensa, una línea que era fundamental en los primeros meses del campeonato. Pero que ahora ofrece síntomas de vulnerabilidad, muy superada por el Amorebieta en Lezama, el peor local del campeonato hasta el domingo. En casa, el conjunto de Ramírez ha encajado 10 tantos, dando síntomas de solidez; pero cuando afronta una salida se parte (16 goles). Los informes redondean que ese ratio está justificado por un peor balance: los gijoneses básicamente encajan más fuera porque les llegan mucho más fácil. Le tiran 15 veces fuera, por 11 en casa. De esas finalizaciones, 4,3 son sobre la meta del recuperado Yáñez, mientras que en El Molinón a los rivales les cuesta más llegar y hacerlo con peligro (3.7 tiros sobre palos).

Aunque los datos muestran una tendencia muy preocupante, especialmente lejos de casa, en Mareo se observa este final de campaña como una oportunidad para luchar por el ascenso, especialmente tras dos años donde el club rojiblanco regateó la sombra del descenso. Para ello, el equipo rojiblanco observa crucial mantener esa fuerza en El Molinón, donde el equipo suma 33 puntos y es el segundo mejor local, empatado con Valladolid y Oviedo y solo por debajo del Burgos. El sábado, en ese sentido, el club ya ha anunciado que se ha agotado el papel, y se espera una entrada a la altura del derbi, un llenazo.

Después por Gijón pasarán equipos en apuros: el Cartagena, el filial del Villarreal, el Andorra –ya sin Sarabia, despedido ayer– antes de terminar con la visita de otro candidato al ascenso, el Eibar. Fuera, tocan más curvas: los rojiblancos visitan a los dos primeros Espanyol y Leganés, también al Elche, tercero, además de al Mirandés y, por último, al Eldense.

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