¿Cómo está el vestuario del Sporting tras la dura derrota de Lezama? Una conjura y un reseteo porque "quedan diez finales"

"Hay que pasar página", sostienen en el vestuario rojiblanco tras la aparatosa caída en Lezama ante el Amorebieta. El lunes por la mañana fue duro para el Sporting, tras una derrota contundente, que escoció en fondo y formas. Pero en el seno del club rojiblanco han reiterado la necesidad de hacer cuanto antes un "reset". Ayer, el equipo descansó y limpió la cabeza. Hoy, los jugadores están citados en las instalaciones (10:30 horas comienza el entrenamiento) para iniciar una semana trascendental. A nivel interno se repite una y otra vez el mismo mensaje: "Quedan diez finales", recalcan fuentes de la plantilla sportinguista. La primera, insisten, este mismo sábado (18:30 horas), ante el Racing de Santander, con El Molinón a reventar, en un ambiente de Primera División.

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Entienden en Mareo, tras unas horas duras, especialmente el pasado lunes, con rostros muy serios, de bajón absoluto, que ahora no es el momento bajar los brazos, sino de dar un golpe en la mesa y observar con amplitud de miras la situación a falta de 30 puntos para el cierre de la campaña 2023-2024: después de dos años luchando por evitar salir del fútbol profesional, el segundo proyecto deportivo de Orlegi Sports se ve ahora ante una de las mejores oportunidades para regresar a la elite desde el descenso del equipo gijonés, en 2017. Ese mensaje de confianza y, a la vez, unidad lo han recalcado los que mandan en el club rojiblanco hacia los jugadores, los verdaderos protagonistas. En ese sentido, en la última semana se ha producido algún encuentro que otro entre ejecutivos, técnicos y jugadores para reafirmar la trascendencia del momento que afronta el equipo rojiblanco en estos últimos diez encuentros de liga, con el equipo a un punto de los puestos de play-off y a cuatro del ascenso directo, pese a las dudas. Así, se ha recalcado que el equipo ya ha cumplido con el primer objetivo, la permanencia, y que ahora debe dejarse todo para luchar por el sueño de regresar a Primera División, que sigue siendo factible. Sin presión, pero con ilusión y exigencia.

Apoyado en su staff, Ramírez protagonizó el domingo, en Vizcaya, una de sus ruedas de prensa más duras. El técnico canario, que tiende a trasladar mensajes más alegres, al menos de puertas para fuera, fue contundente después de la derrota ante el Amorebieta: "Debemos dar otra imagen. Me voy muy enfadado... Así no vamos a ascender". Técnico que castiga los malos momentos y prima las buenas actuaciones, Ramírez se fue de Lezama disgustado, también con su dirección del encuentro. Sobre la mesa se plantearán la vuelta de algunos líderes, como Izquierdoz, o Rivera, con otro perfil.

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