Personal de la unidad de Buceo e Infantería de Marina trabaja en estos momentos en la costa gijonesa, a la altura del cerro de Santa Catalina, para desactivar los tres obuses -inicialmente se creía que eran dos- localizados ayer por dos buzos aficionados, tal y como adelantó hoy LA NUEVA ESPAÑA. Tras varias inmersiones, la primera tarea que efectuarán los militares será señalizar los explosivos, "que seguramente estén asegurados después de tanto tiempo"; para, después, anularlos con cargas de neutralización. "Luego lo previsible sería extraerlos para no dejar explosivos en el agua. No por una cuestión de seguridad, sino por el impacto ambiental", ha explicado esta mañana Alejandro Museros, comandante de la unidad de Buceo de Ferrol, que ha seguido desde la costa todo el operativo en compañía de Luis Vicente Márquez, comandante naval de Gijón y capitán de Navío. La operación terminó pasadas las tres de la tarde. Se recuperaron cuatro obuses en total. De ellos, dos no tenían espoleta, y dos fueron neutralizados en plenas aguas del Cantábrico.