Epígrafe

Estamos de fiesta

Tenemos mucho de lo que alegrarnos en este año de la concesión del "Pueblo ejemplar" a la comunidad de Arroes, Peón y Candanal

Los cabezudos de la Asociación de Festejos de Amandi, ayer, desfilando por las calles de Villaviciosa. | A. G.-O.

Los cabezudos de la Asociación de Festejos de Amandi, ayer, desfilando por las calles de Villaviciosa. | A. G.-O. / Miguel González Pereda

Miguel González Pereda

Miguel González Pereda

En Villaviciosa estamos de fiesta, el magnífico pregón de Pedro Sainz de Baranda y el estruendoso colorido de los fuegos daban el pasado viernes la salida. Tenemos mucho que celebrar este año, por un lado los 160 años que han transcurrido desde que se realizó aquella primera Feria y Fiesta de Nuestra Señora del Portal de Belén, patrona de Villaviciosa por aclamación popular, y por otro, que les ha sido concedido el premio "Pueblo ejemplar de Asturias" a las tres parroquias del valle de Peón que hacen la comunidad reconocida como ejemplar: Arroes, Peón y Candanal.

La Portalina, tiene capilla en la iglesia de arriba desde su construcción como templo de la comunidad franciscana, allá por el último tercio del siglo XVIII. Su retablo, destruido durante la incivil guerra, fue reconstruido en el año 1945, el tiempo y las humedades fueron deteriorando las pinturas, y el retablo, que ha sido restaurado recientemente y lucirá el día de su santo con todo el esplendor que la Cofradía de Nuestra Señora del Portal pone en ello. Volveremos a cantar la Salve a la Santina con los danzantes, que pondrán a sus pies la Villa en un ramu, para que lo siga reverdeciendo de añu en añu. (Ahora que se va a postular la danza para BIC, es de esperar que alguien les indique a algunos componentes como vestir correctamente el traje regional, como antaño se hacía, y naturalmente que le hagan caso, el vestido debe de estar en contexto con la danza y su historia).

Por otra parte, hablamos de las tres parroquias premiadas, asentadas en el valle que hizo el río Catarguide, o de Peón, que al llegar a Les Mariñes y a su desembocadura llaman río España. (El nombre del río nada tiene que ver con el de nuestra nación, en este caso españa viene del verbo asturiano españar, explotar, reventar, romper, quizás por el ruido de las olas y la acción del mar en su salida).

El río hizo el valle y las gentes que lo habitaron el admirable paisaje que hoy se disfruta. Lleva habitado, por lo que nos dicen los túmulos afincados en los montes que lo cierran 600 metros por encima, desde hace al menos cinco mil años, con gran aprovechamiento económico de las tierras bajas con cultivos agrícolas y praderas, y de la zona montañosa con pastos de verano y posiblemente algún cultivo de cereales en la parte media. Fue paso y comunicación entre la costa y la rasa prelitoral, con un movimiento de transtermitencia ganadera de la montaña interior a los invernales pastos mariñanes durante muchos siglos. En tanto tiempo el valle se llenó de historia, de palacios y casonas hidalgas: Costales, Jove, Estrada, Lavandera, Valdés, Cienfuegos, son algunos apellidos que le dieron lustre. El palacio Les Portielles, solar de los Estrada, con la gran finca de tentadores pumares y árboles frutales, que escribe a su entrada la advertencia siguiente: “Lee goloso: entrarás, mirarás, pedirás, lograrás y comerás, pero no tocarás”. Aún puede verse la huella del convento de Valdedios en el Priorato de Fonfría, o de Jovellanos en el palacio de Buznego del que fue mayorazgo y en la Herrería de Dueñes, arrendada por la familia del ilustre político a los monjes del Cister.

Peón, aprovecha el viejo camino real de Villaviciosa a Gijón, que cruza el valle, para dar continuidad al Camino de Santiago por la Costa. Con 1.139 vecinos, la mayoría labradores y ganaderos, en 1922 la parroquia impulsó una Sociedad de Ganaderos con edificio social en Fonfría, una iniciativa ciudadana de protección mutua bajo la advocación de San Antonio. (San Antonio Abad es patrón de los animales, y se mentaba su protección cuando alguien se cruzaban con quien llevaba ganado, al entrar en una cuadra o la cerrar el trato de algún animal con esta frase: "San Antonio lo guarde". Con esta invocación no se agüeyaben los animales ni se les deseaba ningún mal).

En aquellos años 20, un peoneso de nombre Ramón Álvarez de Arriba, emigrante en Cuba, deja un legado para la creación de una Escuela de Agricultura en Peón, un proyecto innovador, revolucionario en aquel momento, como lo es que el CTIC cree en la misma finca, tras su donación por la extinta Fundación Ramón Álvarez, un centro con el objetivo de contribuir a aportar soluciones, mejorar la calidad de vida y las capacidades empresariales de las aldeas y comunidades rurales a través de la innovación tecnológica.

Candanal se separa de Peón, de la que era hijuela, en el año 1791, formando parroquia aparte bajo la advocación de Nuestra Señora de las Candelas, y Arroes, en la parte más abierta del valle, es vega fértil y cuna de dos hijos predilectos de Villaviciosa, Javier Díaz (Javier el de Arroes), que dispone de la mayor colección de canción asturiana, y José Luis Corripio Estrada (Pepín Corripio), importante industrial astur dominicano. También lo es de dos gaiteros de renombrada fama, Ramón García Tuero, El Gaiteru Libardón, y Ramonín el de Arroes. Dice la leyenda que en el Ríu Les Xanes, en invierno o cuando lleva mucha agua, se escuchan con gran claridad y precisión, deleitosas melodías de gaita acompañadas de tambor, y que aquellos sones eran reproducidos con gran perfección por los dos grandes gaiteros.

Tres importantes llagares mantienen la larga tradición sidrera del valle, con sus sidras bridaremos estos días por los premiados, tercero en el municipio (algo debe de tener este concejo cuando tanto lo bendicen), y por unas felices fiestas de Portal.

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