"No tenemos base de equipo porque se fueron seis jugadores que marcaban la diferencia y no llegó nadie de características similares". La queja parte del técnico del Avilés, José Luis Díaz, "Xiel", que espera ansioso la llegada de refuerzos para compensar la marcha de seis futbolistas "vitales para el equipo" en el último mes y medio. "El club sabe que se necesitan cinco futbolistas y los hay en el mercado porque los representantes los ofrecen cada día. Los necesitamos ya para armar un equipo que nos saque del fondo de la tabla", añade el técnico.

Cinco de los futbolistas que se fueron eran indiscutibles en el once de Xiel: los defensas Fonso y Vázquez se marcharon por los impagos (tres meses de deuda) tras concluir el partido contra el Ceares el 26 de noviembre; el medio centro Adama Touré lo hizo al finalizar el choque contra el Covadonga, una semana más tarde el también centrocampista Carlinos jugó su último partido el 6 de diciembre contra el Llanera, luego probó con un equipo tailandés y desde principios de enero está con la selección AFE para darse a conocer porque quiere jugar en el extranjero. Y el centrocampista Chus Fernández rescindió su contrato la pasada semana para fichar por el Calahorra, también de Tercera División.

El brasileño Lucas Anacker es un caso diferente porque fue cedido al Burgos (Segunda B), y alternaba la portería con Carlos Castro. Y antes ya se habían ido Ángel, Alexis y Santos porque el club no contaba con ellos.

La merma de futbolistas puede continuar porque varios de ellos tienen ofertas. Es el caso de Sergio Menéndez, que baraja varias opciones y aunque aún no ha tomado una decisión, no descarta cambiar de aires. Anselm, Domínguez y Luis Nuño también tienen novias y alguno podría irse. "Hasta el 31 de enero está abierto el mercado y todo puede pasar, tanto en salidas como en llegadas", resaltó Xiel.

Y en este tiempo no hubo más refuerzos que pasar al primer equipo desde el filial al defensa Santa y al medio centro Marcos (que se quedó como único medio centro tras la marcha de Adama, Carlinos y Chus), e incorporar al portero avilesino Borja Piquero, que jugaba en la Tercera canaria, y el delantero Omar Tranche, proveniente del Praviano. Cada día prácticamente pasan por la Toba jóvenes jugadores a prueba que se acaban marchando, aunque fruto de esta política se fichó para el primer equipo a los defensas franceses Thomas y Paulo, y al portero Lucas Giffard para el filial. Además, hubo contactos con el central Sam Herbert, aunque su club de procedencia no le dejó irse.

Todas estas circunstancias provocan que el Avilés esté pasando por los momentos más difíciles desde la fusión en julio de 1983 tanto económica como deportivamente. La situación económica es similar a la que se vivió en el inicio de la pasada temporada, hasta la llegada en diciembre del dinero del empresario hispano Álvaro López que acabó con cuatro meses de impagos, pero entonces el equipo de Pablo Lago era sólido y a pesar de todo se colocó líder. Los buenos resultados tapan todo, pero este año no acompañan porque la plantilla se empezó a confeccionar a falta de dos semanas para comenzar la Liga tras las disputas judiciales entre López y Tejero por la gestión del club, que volvió a quedar en manos del propietario, y el equipo es décimo quinto con 20 puntos, a dos del descenso directo.

Vuelta al trabajo. El equipo vuelve a entrenar esta mañana (10.30 horas) en La Toba tras descansar ayer con la duda de Pablo Tineo, con molestias en la rodilla izquierda.