La Plaza (Teverga),

Roberto F. OSORIO

Los cazadores teverganos denuncian la presencia de al menos sesenta lobos que recorren los terrenos del municipio. Estos animales causan graves daños a los animales domésticos, lo que ha provocado incluso el abandono de varios ganaderos, pero también a las especies cinegéticas objeto de caza como jabalíes, corzos y venados.

Anselmo García Magdalena, miembro de la directiva de la Sociedad de Cazadores de Teverga, manifiesta el malestar de este colectivo con la Administración regional por no tomar medidas de control de las manadas de lobos que asuelan la zona. Afirma que «la población de lobo está desbordada, están acercándose peligrosamente a los pueblos y ello puede provocar alguna desgracia personal». Manifiesta que en las partes altas del concejo como la zona del Privilegio (Páramo, La Villa o La Focella) o en los puertos de Marabio, que suman unos quince lobos, la caza está acabada.

Hace años que los cazadores denuncian esta situación que cada año se agrava. Desde 2008, según los datos que maneja la Guardería del Principado, el número de piezas conseguidas en las batidas ha disminuido de forma considerable. Se lamenta que muchas de las cacerías de jabalí o corzo no obtienen ningún tipo de resultado, pues estos animales están casi exterminados. «Ya no hay machos de corzo, son una pieza muy codiciada para los lobos», sostiene el presidente de la sociedad cinegética. La presión sobre los venados también es muy grande. Según Anselmo García, esta situación está conduciendo a la pérdida de la diversidad de especies. Además, vaticina, si se terminan las piezas de caza mayor el lobo ejercerá aún mayor presión sobre los animales domésticos.

En este asunto también están presentes las variables económicas. La caza supone una aportación económica muy estimable para los concejos en los inviernos, cuando el turismo es prácticamente inexistente. En Teverga locales hosteleros y los alojamientos se benefician de los cazadores que todos los fines de semana acuden a la zona. Actualmente en Teverga hay ocho cuadrillas de caza, a las que hay que sumar las foráneas que obtienen permisos.

García propone medidas de control como la retirada de camadas de los montes o la posibilidad de permitir abatir lobos en las cacerías legales de jabalíes o corzos. Asegura que «nadie pide que el lobo se extinga, pero hacen falta controles. Se debería establecer un cupo de unos diez lobos por temporada durante varios años para estabilizar la población actual». Considera que es una propuesta racional, lógica y fácil de aplicar. Estas soluciones se plantearon por escrito varias veces a la Consejería desde las sociedades de cazadores y la idea es pedir una entrevista con la nueva consejera de Agroganadería para tratar del tema.