Los hosteleros asturianos, en contra de que se alarguen las restricciones cuando está bajando la incidencia: “Es curioso”

Enfado entre el sector en Llanes, que denuncia una “visión apocalíptica” y una “actitud despótica” del Ayuntamiento en el control a los locales nocturnos

Hosteleros

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Patricia ORDIZ / P. T.

La quinta ola del coronavirus, también conocida como “ola joven”, lleva días dando un respiro al Principado, con un descenso de los contagios que coloca a Asturias con la tasa de incidencia más baja del país. Aun así, las medidas que el Principado de Asturias implantó para el ocio nocturno, con el cierre del interior de los negocios, se mantendrán hasta el 23 de agosto.

Desde la patronal de turismo y hostelería de Asturias (Otea) muestran su descontento respecto a la prórroga de las medidas. “Nosotros no somos el foco, somos parte de la solución”, expone José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea. Como argumento también recuerda que los hospitales están reduciendo su número de pacientes con covid, al pasar de los 190 enfermos de la semana anterior a los 153 de esta. “Nos parece curioso que hayan prorrogado otros quince días el cierre del interior del ocio nocturno si los hospitales ahora tienen menos presión y antes insistían en que lo que les preocupaba era la situación hospitalaria. Ahora deberían reabrir el interior de los locales de ocio nocturno”, advierte Álvarez Almeida, que recuerda el problema de los botellones, donde no hay medidas de control como sí tienen establecidas los hosteleros. “A causa de las restricciones a la hostelería, se producen grandes encuentros de chavales y no tan chavales cuando cierran los bares pronto”, recalca.

La normativa tampoco está siendo del todo clara, según advierte Álvarez Almeida. “El ocio nocturno no está cerrado por completo, solo su interior. Si un negocio tiene una terraza o un prao, esa parte puede permanecer abierta hasta la hora que permita la ordenanza de cada sitio. Hay ayuntamientos que no lo tienen claro y la Policía Local llega a la una y cierra todo”, lamenta el presidente de Otea.

Este mismo caso es el que denuncian desde la Asociación de Locales Nocturnos de Llanes (Alollano). En el concejo turístico del Oriente, las terrazas también tienen la obligación de cerrar a la una por orden municipal. “La resolución se hizo pública a las once de la noche y la mayor parte de los locales ya tenían contratado nuevo personal para la temporada”, lamenta Pepe Gutiérrez, presidente de Alollano. Desde la asociación quieren denunciar “de viva voz” que se pidió hace días una reunión y no hubo respuesta. “Consideramos que desde el Ayuntamiento se está desarrollando una actitud despótica hacia las empresas y hosteleros”, denuncia Gutiérrez.

El presidente se muestra contundente ante lo que considera que es una “visión apocalíptica” por parte de Enrique Riestra, alcalde de la localidad. “No se corresponde en absoluto con la realidad”, lamenta. Y remarca: “El problema no está en los locales, está en los botellones y esta medida lo que va a provocar es que se realicen más y a horas más tempranas”.

También ven “desorbitado” el control policial que se vivió la noche pasada. “Hace dos días era complicado contactar con un policía local y el otro día había tres patrullas de la Policía Local patrullando los bares de Llanes para vigilar que se cumpliese la normativa”, expone Pepe Gutiérrez. “Si estas medidas no son para enmascarar la nula gestión del ayuntamiento, no entendemos qué otra razón puede haber”, agrega.

El gobierno local llanisco pidió refuerzos a la Guardia Civil ante el incremento de gente durante las noches por la alta afluencia turística. Este dispositivo se dejó ver durante en las calles en la madrugada del viernes al sábado, en la que los agentes levantaron más de cien actas de sanción a personas que incumplían las normas sanitarias.

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