El valor de lo cercano

La importancia del arraigo territorial de las empresas familiares en la configuración económica y social de Asturias

Pablo Junceda Moreno, Director general del Sabadell-Herrero.

Pablo Junceda Moreno, Director general del Sabadell-Herrero. / ENRIQUE G CARDENAS

Pablo Junceda Moreno

Pablo Junceda Moreno

En tiempos de soluciones globales en los que se pide tener visión de larga distancia, las empresas familiares —nunca ajenas a esta tendencia— cobran enorme importancia. Su apego al territorio hace de ellas una garantía de permanencia muy importante para la economía regional en términos de empleo y de PIB.

Si algo caracteriza al universo empresarial asturiano es el concepto de “familiar”. El gran valor de estas organizaciones es precisamente las connotaciones que caracterizan ese apellido: el término familiar es, en el mundo empresarial, sinónimo de permanencia, rigor, esfuerzo, compromiso y apego a las mejores tradiciones comerciales y empresariales.

Todo ello se traduce en un ejercicio de confianza y en el ejemplo como transmisor de valores de una generación a otra. Los datos demuestran que una empresa con esas características tiene más posibilidades de éxito, pues de alguna manera pone más en juego, con un compromiso que trasciende a la mera búsqueda de beneficios. 9 de cada 10 empresas asturianas son familiares, generan casi el 80% del empleo privado y aportan el 70% del PIB. Además, las empresas familiares tienen una mayor disposición para planificar a largo plazo y en diferentes coyunturas, lo que se ha podido ver en los dos últimos años de pandemia. En buena medida, porque suelen tener un menor nivel de endeudamiento y una mayor capacidad de resiliencia.

Otro factor muy importante y que suelo significar cuando me refiero a las empresas familiares, es su arraigo territorial. La lucha contra el preocupante descenso demográfico, que afecta a Asturias y a muchos otros territorios peninsulares, puede contar sin duda con las empresas familiares como aliadas, creando empleo y condiciones factibles para atraer a gente.

Pero, para eso, es absolutamente clave que puedan contar con ayudas que hagan atractiva la inversión, ya sea en materia de infraestructuras, de conectividad, de movilidad o de digitalización. Todos, y las Administraciones Públicas al frente, debemos tener claro que las empresas familiares son cruciales para nuestra economía y para el futuro de nuestro territorio.

Las Empresas familiares han construido Asturias, ayudémoslas a continuar con su eficaz y demostrada labor.