Acepta dos años y tres meses de cárcel por abusar de una menor ovetense desde que ella tenía 14 años

El acusado, Ricardo G. J., encarcelado en León por otros delitos, tendrá que pagar 9.000 euros de indemnización

El abogado Gabriel Cueto, de espaldas, junto al padre de la menor abusada.

El abogado Gabriel Cueto, de espaldas, junto al padre de la menor abusada. / Luis Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Ricardo G. J., de 24 años, ha aceptado esta mañana en la sección segunda de la Audiencia Provincial una condena de dos años y tres meses de prisión, por abusar sexualmente de una menor ovetense cuando ésta tenía 14 y 15 años. El ministerio público y las acusaciones solicitaban inicialmente una condena de diez años por agresión sexual, pero el acusado se beneficia de los últimos cambios legales y ha sido condenado por un delito de abuso sexual con penetración. Y es que la menor le consideraba en aquel momento como "su novio" y las relaciones fueron voluntarias.

El acusado, que está ahora ingresado en la UTE de la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León, por otros delitos, estará cinco años en libertad vigilada y no podrá acercarse o comunicar con la víctima en los próximos diez años. Además, deberá pagarle una indemnización de 9.000 euros por los daños morales causados. Por su parte, la madre del acusado, a la que se atribuía haber permitido los abusos en su casa de León, ha sido condenada a dos meses y medio de cárcel, canjeables por una multa de 360 euros.

Con esta condena se ha mostrado de acuerdo la defensa, a cargo de María Luengo, y las acusaciones particulares, que ejercen separadamente el padre y la madre de la menor (hoy ya mayor de edad), bajo la dirección letrada de Gabriel Cueto y María Rivero.

Según el escrito del fiscal, el joven inició una relación con la menor, residente en La Corredoria, en julio de 2018, cuando él tenía 20 años y ella 14. El joven propuso varias veces a la niña que se fuese de casa. En un primer episodio, la niña se marchó dos días. La segunda vez, ya fueron cuatro, durante los que la pareja estuvo en Avilés. El septiembre de 2018, la niña volvió a fugarse y esta vez estuvo en paradero desconocido durante doce días. La Policía Nacional tomó cartas en el asunto, tras una denuncia de los padres de la menor, y finalmente la localizaron en casa de la madre del joven, en León. A finales de marzo de 2019, la niña volvió marcharse con el acusado cinco días, hasta que fue localizada por la Guardia Civil en Llanes. Todas las fugas, indica la Fiscalía, fueron voluntarias.

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