Los días locos de la sanidad asturiana: salen 102 convocatorias de plazas antes de fin de año

El proceso de estabilización de interinos afecta a 4.793 plazas del sector de la salud, de las que 4.463 se cubrirán por concurso de méritos, sin examen

Trabajadores en el HUCA

Trabajadores en el HUCA / IRMA COLLIN

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Los últimos días de este año serán una completa locura en el Boletín Oficial del Principado (BOPA). El Servicio de Salud (Sespa) tendrá que publicar de aquí al 31 de diciembre hasta 102 convocatorias de concursos y concursos-oposición relativas al proceso de estabilización de interinos de larga duración.

El compromiso del Gobierno regional establece que pasarán a tener propietario un total de 4.793 plazas de sanitarios. De ellas, 330 se cubrirán mediante un proceso selectivo que constará de un examen y un posterior cómputo de méritos (concurso-oposición). Y las 4.463 plazas restantes se proveerán sin mediar un examen, o sea, con un concurso de méritos.

Según ha podido saber este periódico, el Sespa ya ha tramitado con los responsables del BOPA la reserva de los espacios necesarios para publicar los 102 procesos selectivos por categorías y especialidades. De ellos, 47 corresponde a disciplinas médicas.

Este macroproceso de estabilización es de ámbito nacional, y debe desarrollarse de aquí al final de 2024. Pero la condición que en su día impuso el Gobierno central es que los procedimientos selectivos estén convocados antes de que termine este año. A continuación, las comunidades autónomas dispondrán de dos años para ejecutar los procesos y adjudicar las plazas.

Uno de los aspectos más nucleares del proceso de estabilización continúa abierto. Se trata del concerniente al baremo que se aplicará para valorar los méritos de los aspirantes a las plazas. En un principio, estaba previsto que este asunto estuviera zanjado a finales del pasado mes de septiembre. Sin embargo, los recelos entre las comunidades autónomas están impidiendo cerrar este aspecto.

¿Cuál es estado de la cuestión? En las reuniones entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, la posición mayoritaria hablaba de otorgar un 70 por ciento de peso a los servicios prestados y un 30 por ciento a los méritos. Algunas comunidades optaban por un 60-40, distribución que, sobre el papel, ofrece menos posibilidades a los interinos autóctonos y más opciones a los foráneos. Pero, para compensar esta teórica desventaja, estas regiones disponen de una herramienta de gran eficacia: dar puntos por el conocimiento del idioma autonómico.

La realidad es que, a 5 de diciembre, ninguna comunidad ha dicho definitivamente lo que va a hacer. Como ya informó este periódico el pasado 9 de noviembre, los gobiernos regionales desconfían unos de otras. Se miran de reojo para ver quién da el primer paso. Estas reticencias entre comunidades están ralentizando el complejo procedimiento de estabilización.

En Asturias, los sindicatos habían reclamado al Sespa que los servicios prestados –la antigüedad o la experiencia– determinasen el 90 o 95 por ciento de la puntuación, dejando para el apartado formativo –títulos académicos, cursos...– el 5 o el 10 por ciento del meritaje. De las citadas cifras se desprende que las organizaciones sindicales abogan por dar una ventaja clara a los interinos de larga duración. La Administración sanitaria no lo ve del todo mal, pero no quiere alejarse demasiado de lo acordado en la negociación nacional. En este tira y afloja, fuentes de la negociación dan por hecho que el 70-30 ya es seguro, y que quizá los sindicatos logren aumentar un poco más el peso de los servicios prestados.

El proceso de estabilización de empleados públicos tiene un objetivo común en todo el país: reducir la elevada temporalidad del sector por debajo del 8 por ciento. Afecta a los tres niveles de la Administración pública: central, autonómica y local. Pondrá en juego 8.661 plazas del Principado: 4.793 en la sanidad, 2.061 en servicios generales y administración, 1.562 en educación y 245 en empresas del sector público autonómico. En todas estas convocatorias –exceptuando las del ámbito sanitario–, el baremo asignará a la antigüedad el 60 por ciento y a los méritos el 40 por ciento.

En cifras redondas, el Sespa tiene una plantilla orgánica de unos 15.000 trabajadores. Hay que sumarles en torno a 2.500 eventuales y otros 1.500 incorporados para tareas relacionadas con la pandemia de covid-19. La interinidad de la plantilla orgánica ronda el 30 por ciento, con grandes desigualdades entre categorías y especialidades.

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