Los asturianos, a por el Año Viejo de la normalidad

Vuelven las fiestas y los cotillones, aunque con contención, según los empresarios

Un hombre, en la celebración de la «prenochevieja», una especie de ensayo para comer las uvas, este viernes, en la Puerta del Sol de Madrid. | E. P.

Un hombre, en la celebración de la «prenochevieja», una especie de ensayo para comer las uvas, este viernes, en la Puerta del Sol de Madrid. | E. P. / Marta Fernández Jara

Sergio García / Miriam Mancisidor/ David Montañés / Mariola Riera

Los asturianos se preparan para recibir 2023 por todo lo alto en una Nochevieja que será la primera en dos años sin restricciones para celebrar fiestas y cotillones. Con todo, el Año Viejo "va por barrios", tal y como explica el presidente de Otea (Hostelería y Turismo de Asturias), José Luis Álvarez Almeida, para referirse a cómo se enfrenta el sector ante la última noche del año. "Es cierto que esta Navidad la gente está saliendo, disfrutando de las citas con amigos, familia. No podía ser de otra forma después de dos años sin posibilidad. Pero la expectación era quizás mayor hace una semanas que ahora. No obstante, aquí lo clásico es organizarse el mismo día: la mayor parte de las reservas entran el día 31".

En Otea admiten que será una buena Nochevieja, en general, unas más que buenas fiestas navideñas en cuanto a consumo y afluencia de visitantes, pero con contención. Javier Martínez, vicepresidente de la patronal, explica que en volumen de reservas para cotillones y cenas se han rozado los niveles de 2019 –antes de la pandemia–, pero hay menos número de las llamadas "macrofiestas" convocadas. "No hay tantas grandes fiestas organizadas como antes, quizás es uno de los aspectos en los que más se ha notado la influencia de la pandemia en cuanto a hábitos", explica Martínez.

La ausencia de fiesta en la plaza Mayor no evitará que Gijón festeje el cambio de año por todo lo alto gracias a las numerosas celebraciones privadas que están previstas para dar la bienvenida a 2023. Con una variada oferta, los hosteleros confían en recuperar el nivel previo a la pandemia. Para los más jóvenes, las salas más emblemáticas ofrecerán diversión a raudales. Una de ellas es La Buena Vida, junto a Poniente, que se transformará en Londres con una fiesta temática con un precio de 75 euros. El Tarantino, en la calle Rodríguez San Pedro, confía en el lleno con su barra libre, música y guardarropa por 50 euros. Albéniz y Bossanova Acapulco también se suman para proporcionar barra libre y sesión DJ.

Tampoco faltarán las propuestas para un público más adulto que busque otro tipo de festejo. El Bellavista, del Grupo Gavia, ofrecerá cena y cotillón y, por supuesto, chocolate con churros. Todo por 150 euros por persona. Mientras, el Café Dindurra, donde el grupo "Mbolados" deleitará a los presentes con su música, da la posibilidad de acudir únicamente a la fiesta y saltarse la previa por 60 euros. En el Llagar de Castiello, después de la cena, la barra libre se prolongará hasta las seis de la mañana.

Para quienes decidan improvisar y disfrutar de una noche más parecida a un fin de semana convencional, muchos establecimientos de ocio nocturno de Cimadevilla y Fomento abrirán sus puertas de forma gratuita con la esperanza de que la falta de celebración en la plaza Mayor les repercuta en una gran afluencia. Es el caso, entre otros, del Saurom, el Buddha, el Hoyo 13 o La Habana, que promete sorpresas en una noche que, aunque pasen los años, mantiene su aura especial.

A unas horas de Nochevieja, los avilesinos ya tienen los planes hechos: en la ciudad predominan desde hace años las fiestas en locales alquilados para la ocasión donde se reúnen grupos de amigos que pagan, generalmente, a partes iguales. El precio por alquiler de locales varía en función del tamaño del establecimiento y la ubicación. Por ejemplo: en el centro de Avilés se ofrece un local de cien metros cuadrados por casi 1.000 euros, sin contar fianza. Destacan asimismo las fiestas con entrada, una moda a la que se han sumado numerosos establecimientos en los últimos tiempos. Un clásico avilesino es el Plazas, en el Carbayedo, con aforo completo desde hace ya mes y medio. "La gente tiene muchas ganas", asegura el responsable del establecimiento, Miguel Villabrille.

Fiesta y alojamiento

Las cenas con cotillón también despuntan, especialmente en establecimientos que disponen de habitaciones para pasar la noche. En el Hotel Palacio de la Magdalena el precio por persona –cena con uvas, baile y barra libre– es de 150 euros, a los que se pueden sumar diez euros más por servicio de autobús con salida y llegada a Avilés o alrededores. Para disfrutar de la primera madrugada del año se han instalado también carpas en Corvera y en Castrillón, donde actuarán diferentes formaciones musicales.

Para que cualquier fiesta se desarrolle con seguridad en Avilés, la Policía Local ha llevado a cabo durante el mes de diciembre una campaña extraordinaria de inspección de locales y establecimientos. Los agentes revisaron la accesibilidad, la existencia de recorridos de evacuación, verificaron los extintores y los sistemas de alumbrado de emergencia, comprobaron los seguros de responsabilidad civil, así como la señalización y la cartelería sobre la prohibición de venta y consumo de alcohol por menores de edad, los aforos máximos permitidos, entre otras cuestiones.

El total de locales inspeccionados fue de 34: dieciocho locales de hostelería como restaurantes y sidrerías, catorce de ocio nocturno (bares, pubs, locales con música amplificada y discotecas), un hotel y un centro deportivo. El 80% no presentaron ninguna deficiencia en una primera inspección, mientras que 7 locales mostraron deficiencias menores relacionadas principalmente con la ausencia de cartelería y señalización que subsanaron en el plazo establecido, habiendo sido verificadas por la Policía Local en una segunda inspección.

El tejido hostelero de las Cuencas afronta con ilusión la celebración de la Nochevieja. El sentir general es que se están recuperando las ganas de despedir el año con cena y cotillón: "Nosotros tenemos 220 reservas y estamos muy contentos, deseando que la gente disfrute", apunta Silvia Riera, responsable de eventos del Palacio de las Nieves. El complejo langreano percibe que este año las uvas se disfrutarán sin más preocupación que la de dejarse llevar por la diversión: "El año pasado aún había muchas restricciones y la limitación de horario hizo que mucha gente optara por quedarse en casa". Silvia Riera afirma que tanto los clientes como los profesionales están deseosos de reencontrase: "Se nota que todo el mundo trabaja con especial satisfacción para que la gente disfrute". En Mieres, la familia Permuy gestiona dos de los restaurantes más populares la ciudad, La Violeta y El Consistorial. El segundo tiene todas las plazas ocupadas para Nochevieja, con unos 70 comensales: "No cabe duda que hay mucho más ambiente y que la sociedad está más animada", explica Juan Díaz Permuy. En Mieres también se constata un especial jolgorio debido a los 137 millones del Gordo de la lotería que repartió el club local de atletismo. "La verdad es que sí se nota mucha más actividad, aunque más para comer que para cenar", señala Permuy.

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