El aviso de la hija de la ovetense ahogada en Ribadeo: "Mamá, no te metas tan adentro"

"Le pedí a Dios todo el tiempo que no se la llevase; era la mejor madre y una gran profesional", dice la hermana de la enfermera Consuelo Ginzo

Consuelo Ginzo. | LNE

Consuelo Ginzo. | LNE

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

"Mamá, no te metas tan adentro, sal para afuera", gritó María, la hija de 13 años de la enfermera Consuelo Ginzo Gonzalo, Chelo, poco antes de que se viese arrastrada por el oleaje y se golpease contra unas rocas. La mar estaba muy mala y lo que iba a ser un tranquilo día de playa se convirtió en una tragedia. La ovetense, de 49 años, estaba con su hija y una amiga de ésta en la playa de Os Castros, este viernes por la tarde, cuando se produjo el terrible accidente. "Ella conocía bien esa playa, había estado mil veces. Tenemos una casa en Rinlo que era de nuestros abuelos y había llegado hacía cuatro días. El resto de la familia íbamos a ir en unos días. Nunca había tenido ningún problema en esa playa, hasta el viernes. Es inexplicable lo que ha ocurrido, la tenía allí", aseguró la hermana de la fallecida, Mónica Ginzo, muy afectada, en el tanatorio de Los Arenales, en Oviedo, donde en la tarde de este domingo la enfermera fue incinerada.

"Uno de los chicos que la sacó del agua se raspó por la espalda y el pecho en las rocas. Los sanitarios estuvieron reanimándola durante más de una hora en la misma playa. Le notaron un hilo de pulso y se la llevaron rápidamente al Hospital de Burela", añadió la hermana. Todo ocurrió ante los ojos de la hija de la enfermera, que ha quedado profundamente traumatizada. En la playa había numerosos bañistas que siguieron el rescate de la mujer con el corazón en un puño, después de que uno de ellos observase que había un cuerpo flotando boca abajo en el mar.

La fallecida, de 49 años, estaba preparando unas oposiciones para ser supervisora de planta

A pesar de que fue reanimada, Consuelo Ginzo falleció en la jornada del sábado, sin que los facultativos de Burela pudiesen hacer nada. "Estuve todo el tiempo pidiéndole a Dios que no se la llevase, pero no pudo ser. Era la mejor madre, la mejor hermana, y una gran profesional", añadió la hermana de Consuelo Ginzo, que estaba destinada en la planta de Psiquiatría del Hospital Álvarez Buylla de Mieres, aunque previamente pasó por el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y por Atención Primaria en el Área VII, así como por Ginecología y Pediatría.

Durante toda la mañana de este domingo fue incesante el ir y venir de personas que quisieron rendir homenaje a Chelo Ginzo. La menor ha quedado tan impresionada que no acudió al tanatorio. "Tantas guardias y tantas noches, no te olvidaré nunca", dejó escrita una de las compañeras de trabajo de la fallecida. "Qué pena más grande", decía otra.

"Estaba muy entregada a su trabajo. En la pandemia pasó todo el tiempo en el Hospital de Mieres, doblando turnos y arriesgando la vida por los pacientes", aseguró su hermana Mónica. "Yo tuve un ictus el año pasado y me voy a operar en breve. Ella me decía que no me preocupase, que iba a estar conmigo cuidándome y no me iba a pasar nada. Sólo pensaba en apoyar a las personas. No sé qué va a ser de mí ahora", se lamentó Mónica Ginzo.

Este mortal percance en la playa ha truncado los sueños de una mujer que se estaba preparando para presentarse a unas oposiciones para ser supervisora de planta en el Hospital, según explicó su hermana. Chelo Ginzo, hija de un trabajador jubilado de la TUA de Oviedo, comenzó como auxiliar de enfermería hace 25 años y se había ido asentando en la profesión. Sus compañeros de trabajo apenas podían creer ayer que hubiese fallecido, y no se hacían a la idea de que ya no trabajaría más con ellos.

El fallecimiento de Consuelo Ginzo llega en un año en el que se han producido numerosos fallecidos en el mar, tanto en Asturias como en otras provincias cantábricas. Este mismo jueves falleció un gijonés, Eduardo Sanz, mientras hacía submarinismo en la playa de Pormenande, en el concejo de El Franco. Las autoridades piden la máxima prudencia en las playas para evitar nuevos fallecimientos.

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