Pipo Álvarez, sacerdote: "García Laviana fue una persona sensible al sufrimiento de la gente"

El sacerdote aborda la figura del cura y guerrillero criado en Tuilla (Langreo) en una nueva biografía "para chavales"

José María Álvarez Rodríguez, «Pipo». |  | LNE

José María Álvarez Rodríguez, «Pipo». | | LNE / Jorge Lay

Jorge Lay

"Fue una persona muy sensible que siempre se preocupaba de los más necesitados". Gaspar García Laviana, un destacado miembro de la congregación de Misioneros del Sagrado Corazón y líder campesino en Nicaragua, será recordado por su valiente lucha contra la opresión de los más desfavorecidos. Aunque la bibliografía que abarca su vida es abundante, José María Álvarez Rodríguez ha optado por presentar de manera concisa el legado de este cura guerrillero criado en Tuilla (Mieres) en su libro "Gaspar García Laviana. Breve Biografía".

El objetivo de Álvarez Rodríguez al escribir fue presentar una visión más accesible y atractiva de la vida y el compromiso de Gaspar García Laviana. "Había que hacer un libro más pequeño y manejable para llegar a todo tipo de público" explica Álvarez. El autor enfatiza en que este texto tiene que ser un recurso utilizado en escuelas e institutos. "Es un libro para chavales. No se ha profundizado mucho ideológicamente en cuestiones como la teología y otras que pueden resultar complicadas de comprender para los jóvenes, y se puede utilizar para hacer trabajos", prosigue. "Gaspar García Laviana. Breve Biografía" es un volumen a color que consta de unas 100 páginas y tiene como objetivo mostrar a todos los públicos la gesta que hizo este sacerdote. El libro ha sido publicado por la Asociación para la Memoria de Gaspar García Laviana, con el respaldo del Ayuntamiento de Langreo.

La obra aborda la vida del sacerdote desde su etapa de estudiante hasta su tiempo en Madrid y su posterior estancia en Nicaragua. Se centra en su empeño por la justicia social y su labor en la formación de líderes campesinos. De este modo se narra la etapa de estudiante, sus cuatro años en Madrid hasta su estancia en Nicaragua como voluntario para regentar algunas parroquias. Allí trabajó con los campesinos locales tomando contacto intensamente con las dificultades que afrontaban día a día. "Yo le conocí porque somos de la misma edad, ambos nacimos en 1941. Gaspar se hizo cura en 1966 y yo en 1967. Nos reuníamos todos los viernes para cenar y hacer reflexiones y allí le conocí", explica Álvarez. Se unió activamente en 1975 al Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua. Allí luchó en contra de la dictadura de Somoza establecida ya desde el año 1936 que estaba llevando al país a una situación de analfabetismo y desnutrición. El libro narra su transformación en guerrillero y relata los eventos que llevaron a su trágico asesinato en 1978 a manos de la Guardia Nacional Somocista. También aborda los funerales, tanto en Nicaragua como en Tuilla, resaltando el impacto de su legado en ambas regiones.

El autor se adentra en la obra poética y en la personalidad de García Laviana, así como en los reconocimientos y actos anuales que conmemoran su figura y los valores que él defendía. Según Álvarez Rodríguez, "Gaspar fue un sacerdote marcado por la visión cristiana de la vida y de la sociedad que había surgido del Concilio Vaticano II y de la Teología de la Liberación". Álvarez le describe como una persona "sensible" al sufrimiento de su gente, consecuencia de la dictadura somocista. Esta visión sobre la persona de Gaspar García, hace entender su decisión de apoyar la revolución sandinista, incluso la de hacerse soldado y dar l vida por la causa que defendía, la dignidad de la persona tan maltratada en Nicaragua. "Gaspar se rige por los valores universales en los que destacan la dignidad de la persona humana. Hay que destacar la sensibilidad que tuvo ante el sufrimiento de los demás y el compromiso que tuvo ante el campesinado", añade el autor del libro.

En su libro relata algunas de las hazañas sociales que llevó a cabo en Nicaragua. Fue especialmente persistente en la lucha contra el prostíbulo de Tola porque en él se explotaban sexualmente a las niñas, algunas habían sido vendidas por sus propias familias para salir de la miseria. También se enfrentó a un médico de Rivas (Nicaragua) el cual había operado hasta tres veces a una chica para cobrar por ello en cada ocasión. Forzado por la presión del de Tuilla, en el libro se explica que el médico se vio obligado a devolver parte del pago.

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