El Occidente perdió uno de cada cuatro vecinos en la última década

Todos los concejos de más de 5.000 vecinos tienen una autovía a menos de un cuarto de hora excepto Cangas del Narcea, cuya carretera de alta capacidad más cercana se sitúa a 50 minutos

Concentración en Tineo, en plena pandemia, de vecinos del Suroccidente para pedir que se agilizaran las obras de la autovía. | D. Á.

Concentración en Tineo, en plena pandemia, de vecinos del Suroccidente para pedir que se agilizaran las obras de la autovía. | D. Á. / Ramón Díaz,

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Cangas del Narcea es el único núcleo urbano asturiano de más de 5.000 habitantes que está a más de 12 minutos de una autovía. En realidad, está a mucho más: llegar a una vía de alta capacidad (la A-63, Oviedo-La Espina) desde la capital canguesa lleva unos 50 minutos. La comprobación, realizada por el economista José Luis Marrón Jaquete, ilustra a la perfección la situación "absolutamente descolgada" de las principales vías de comunicación no solo de esa localidad, sino de toda la comarca del suroccidente asturiano. Y aunque las vías de comunicación no garantizan buenos datos demográficos ni de desarrollo o empleo, la experiencia muestra que es en las zonas más alejadas de ellas donde más azota el despoblamiento y el declive económico.

Si el Estado tiene una "deuda histórica" con Asturias en materia de infraestructuras, Asturias también la tiene con el Suroccidente. Porque hay "problema inmemorial" de comunicación en esa comarca, un "déficit monumental" respecto al resto de Asturias. Marrón Jaquete subraya que Suroccidente necesita un plan especial de medidas coordinadas por todas las administraciones, a iniciar ya y con acciones selectivas. Destaca que el objetivo prioritario ha de ser la "ruptura del aislamiento" y la "mejora de la conectividad" con la ciudad más próxima de más de 50.000 habitantes, en este caso Oviedo.

El Suroccidente no tiene ni eje en la actualidad transversal ni longitudinal en lo que a vías de comunicación adecuadas se refiere. Entre las diversas acciones para relanzar la zona, el economista subraya como "urgente" habilitar una nueva carretera de Tineo a Cangas del Narcea. Una vía que permita llegar en menos de una hora a Oviedo o al aeropuerto desde la capital canguesa. Sería una carretera de unos 22 kilómetros, de tipo autovía, aunque de doble sentido en un primer momento y con previsión de desdoblamiento. Es la demanda de muchos vecinos para "sacar del pozo a una parte importante de Asturias" y acercar Cangas del Narcea a la autovía. Algunos cálculos realizados por expertos conocedores del terreno señalan que el vial entre las capitales tinetense y canguesa costaría entre 140 y 160 millones de euros, más o menos lo que se gastó en la "Y" de Bimenes; esto es, una cantidad "asumible" para el Principado. Habría ganancia de tiempo (el recorrido entre las dos villas se quedaría en unos 15 minutos), pero más aún de comodidad y condiciones de viaje.

La demanda de Marrón Jaquete enlaza con un viejo proyecto, que suele aparecer de campaña electoral en campaña electoral, para perderse entremedias: la construcción de una vía rápida de La Espina a Tineo y Cangas del Narcea, que el Principado plantea que tenga continuidad hasta Ponferrada, en León. El pacto alcanzado en su día entre el Estado y el Principado fue que el primero se encargaría de construir la autovía de Oviedo a La Espina y llevarla después hasta Canero para enlazarla con la Transcantábrica, mientras que el segundo la ampliaría hasta Cangas del Narcea. Las obras de la A-63 comenzaron el siglo pasado. El primer tramo (desde la A-66 a Latores) se inauguró en 1999, llegó a Trubia en 2003, y en 2007 el Gobierno aseguró que estaría completada en 2010. Pero ese año aún estaba en Grado. Más de un cuarto de siglo después de colocada la primera piedra, la autovía todavía no se ha completado. Y su continuidad, por un lado hasta Canero y por otro hasta Cangas del Narcea, ni siquiera está sobre la mesa.

Pero como no solo de carreteras viven las comarcas, además de un proyecto específico para el tramo de Tineo a Cangas con ramal a Pola de Allande para configurar una potencial área funcional periurbana, Marrón Jaquete expone otras actuaciones que juzga necesarias. Entre ellas, favorecer todo lo posible al sector ganadero; impulsar una industria familiar centrada en la transformación de los productos autóctonos básicos y de los recursos naturales; destinar los terrenos de la antigua térmica de Soto la Barca a fines productivos generadores de empleo; descentralizar los servicios en las cabeceras de comarca; y extender la banda ancha y buscar "nómadas digitales".

Aunque no existen soluciones mágicas, el camino ha de ser buscar fórmulas para superar el acusado desequilibrio regional, "reequilibrar Asturias", tal y como propugnó en su día el presidente Pedro de Silva. Los expertos de la Universidad de Oviedo llevan años reclamando lo que denominan el "Plan Asturias", con el que, aprovechando el tirón de la zona central de la región, se logre también el despegue de las alas, en especial de la occidental. En definitiva una "visión de país" que aproveche las potencialidades de todo el territorio, y que el Occidente, como reclaman los alcaldes de la zona, sea visto como algo más que un gigantesco parque eólico.

Los datos económicos muestran que el Occidente –en especial el interior– es claramente la zona más empobrecida de Asturias. Municipios como Somiedo, Villayón, Allande, Boal y Belmonte de Miranda se sitúan a la cola del ranking de la renta bruta media, todos ellos con menos de 20.000 euros al año, una cifra que supera por muy poco Tineo, según los datos que maneja la Agencia Tributaria, que sitúa la media en Asturias en 27.448 euros. Ningún concejo del Occidente supera esa cifra, y el que más se acerca, Navia, se queda en 26.131 euros.

El análisis demográfico también es demoledor. Pese a que la zona costera aún muestra tímidas señales de resistencia al desplome demográfico y económico, la comarca occidental aparece en su conjunto despoblada, envejecida y empobrecida. Ha perdido 120.000 habitantes desde 1920, tantos como tienen en la actualidad Avilés y Langreo juntos, al pasar de los 202.967 habitantes de derecho recogidos en el censo de 1920 a los 83.711 actuales, lo que supone un 58,76 menos.

Valdés, con 26.215 habitantes, Tineo, con 24.494, y Cangas del Narcea, con 24.075, eran hace un siglo los municipios más poblados de la comarca. Se contaban entre los más habitados de Asturias, pues entonces Avilés tenía "solo" 14.331 habitantes, Gijón 57.857 y Oviedo 70.096. Otros dos ayuntamientos occidentales superaban los 10.000 habitantes, Salas (16.083) y Cudillero (12.051). Y ningún concejo de la comarca estaba por debajo de los 1.000 residentes.

A partir de la década de 1920 llegó la debacle: desde entonces cinco municipios han perdido más del 80 por ciento de su población: Allande, Belmonte de Miranda, Ibias, Pesoz y Somiedo. Y muy cerca de ese porcentaje se sitúan otros ocho: Boal, Grandas de Salime, Illano, San Martín de Oscos, San Tirso de Abres, Santa Eulalia de Oscos, Taramundi y Villanueva de Oscos. Una cifra reveladora: Allande pasó de 9.000 habitantes en 1920 a menos de 1.600 en la actualidad. Solo Navia tiene más habitantes que hace un siglo, aunque pierde población desde 2009.

Pero no hace falta remontarse tan atrás para comprobar el enorme problema demográfico que afecta al Occidente. Porque, lejos de mejorar, la crisis demográfica se ha acentuado en casi toda la comarca durante lo que va de siglo. Si el padrón del 1 de enero de 2011 reflejaba que el Occidente tenía 107.424 habitantes, diez años después registraba 83.711, lo que supone una pérdida de casi 24.000 habitantes en solo 18 años, algo más del 22 por ciento. Son más de los habitantes que tiene en la actualidad el séptimo concejo más poblado de Asturias, Castrillón.

Volviendo a Cangas del Narcea, es el concejo que mayor descenso poblacional relativo ha registrado de entre todos los de España mayores de 10.000 habitantes entre 2011 y 2021, según el Instituto Nacional de Estadística sobre Censos de Población y Viviendas. En ese decenio perdió el 15,1 por ciento de la población.

Más: entre los 20 municipios asturianos que más población perdieron desde 2011 figuran 17 del Occidente. Y, según un informe del Banco de España, entre los 23 concejos asturianos en trance de desaparecer (aquellos cuya población ha decrecido entre 2001 y 2018, en los que los fallecimientos fueron superiores a los nacimientos desde 2001 y en los que viven menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado) figuran 13 del Occidente: Taramundi, Villanueva de Oscos, San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, Grandas de Salime, Pesoz, Illano, Villayón, Allande, Ibias, Degaña, Somiedo y Belmonte de Miranda. Con la particularidad de que Boal, San Tirso de Abres y Santo Adriano se quedaron muy cerca de entrar en esa lista, y de que Cangas del Narcea y Tineo perdieron población y presentan crecimiento vegetativo negativo, pero se "salvan" porque superan por poco el mínimo referido a la densidad poblacional. No será por mucho tiempo si siguen perdiendo habitantes al ritmo actual. La viabilidad futura de estos municipios, según el Banco de España, está "seriamente amenazada".

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