Sesenta años de historia y espectáculo

el porsche de eladio doncel, junto al alpinche de lalao reverter.

el porsche de eladio doncel, junto al alpinche de lalao reverter. / Manolo Calleja

Manolo Calleja

Mi bautismo como espectador del entonces llamado Rallye Ciudad de Oviedo, tuvo lugar en el año 1971 cuando contaba con 14 años y cuando se habían celebrado las siete primeras ediciones. Desde ese día hasta hoy he llevado el automovilismo por bandera en diferentes facetas.

Me llevó mi padre en un 5/5 junto a tres amigos del pueblo sierense de Hevia hasta el Berrón para ver el paso de los coches que se dirigían hasta el Fito, primer tramo cronometrado. Asentados en el bar del Cruce, ubicado en una esquina del cruce de carreteras de la N-634 Oviedo-Santander- Langreo- Gijón esperamos ansiosos la llegada de los participantes. La gente se arremolinaba al pie de la carretera, mientras “Juanín” el guardia dirigía el tráfico en este conflictivo cruce por su abundante circulación, especialmente de camiones y autobuses. Y de pronto… mezclados entre el tráfico llegan los primeros participantes. Agradecíamos al guardia cuando paraba el tráfico en dirección a Pola de Siero para dar paso a los de Gijón y Langreo, porque así veíamos más tiempo los coches. Que guapos los Porsches de la Escudería Repsol de Alberto Ruiz Giménez y Eladio Doncel, el llamativo Alpine oficial Renault de Lucas Sainz, etcétera. Pero lo que más nos llamó la atención fue ver pasar la barqueta que pilotaba José Manuel Lencina con un motor Renault y con los faros instalados en la barra antivuelco, vehículo inusual en rallyes. Parecían de otra galaxia…

Al año siguiente “debuté” como espectador en un tramo cronometrado de no muy buenos recuerdos. Fue en el de La Ermita que une la Venta del Jamón y Noreña, el primero especial de esa edición. Estaba yo situado en un estrecho puente en curva en bajada a donde se llegaba después de una larga recta. Cuando esperábamos el paso del primer participante, vemos aparecer un haz de luz en el sentido contrario a la carrera. Es un Seat 1.500 que a muy poca velocidad va buscando donde aparcar. En ese momento oímos un ensordecedor ruido y vemos aparecer “la farada” del espectacular Alpine/Porsche del piloto gallego Estanislao Reverter que al percatarse del obstáculo que tiene enfrente comienza a bajar marchas hasta cruzarse con el casi parado. Fue lo único que vimos en ese tramo, puesto que Eladio Doncel que llevaba el número dos en las puertas de su Porsche se salía espectacularmente en un rasante, cerca de un bar, destrozando su coche contra un talud y los que es peor con 22 fracturas en su cuerpo que le llevaron a retirarse de la competición. La carrera fue neutralizada para trasladar los heridos al hospital.

Después ya viví las míticas noches del Fito, de la Encrucijada, Moandi, Santa Bárbara o de la Estrecha…hasta que años después me introduje en el periodismo del motor y ya viví el rallye desde otra perspectiva, más intensa, más directa y no menos emocionante. Fui junto al ya desaparecido José Luis Martínez y Miguel Cuadrado, Fernando Velasco, etcétera, pionero en retransmitir por radio el rallye, primero en Radio Oviedo, luego en Antena 3 cuando los medios técnicos eran lo que eran…las emisoras de dos metros que llevábamos en las unidades móviles no siempre funcionaban, los tiempos los dábamos con tres y cuatro tramos de retraso, bueno un caos…pero muy divertido. La importancia de la carrera y el interés que suscitaba entre los aficionados y espectadores quedó demostrado cuando en varias ediciones eran 4 ó 5 emisoras las que daban en directo la carrera. Y a través de los muchos años que seguí el Ciudad de Oviedo, Príncipe y Princesa de Asturias en radio y prensa son muchas las anécdotas acumuladas, las imágenes que tengo en la retina, como los entrenamientos la semana antes por las noches con los pilotos oficiales sobre sus muletos, los mecánicos con sus furgones al final del tramo, cientos de aficionados disfrutando ya de este otro espectáculo, porque era un espectáculo…

La presencia de aquella inolvidable escuadra de los Ferrari en el 84 con Zanini, Lucky y Tognana, el espectáculo que ofreció el también italiano Fabricio Tabatón con el Lancia Delta S4 en el 86, los diferentes duelos entre Sainz, Servia, Zanini, Beny, Genito o José María Ponce y Pedro Diego, Bassas y Puras, Monzón y Fuster, Hevia y Sordo, Cohete y Ares Todo un espectáculo encuadrado en 60 años de historia…¡¡¡que continue!!!