El Principado fija ahora octubre para pagar el bono social térmico

Derechos Sociales asegura que ha enviado ya a Hacienda 13.000 expedientes para ser abonados y 4.000 están en revisión

R. Díaz / M. Riera

Malestar y desesperación a partes iguales es lo que cunde entre los beneficiarios del bono social térmico de este año, una cantidad que debería haber sido abonada ya el pasado marzo como muy tarde, pero no ha sido así. El bono es una ayuda pública destinada a paliar la pobreza energética en los hogares vulnerables, que el Gobierno del Principado reparte por primera vez (hasta el año pasado lo hizo el Estado).

La Consejería de Derechos Social suma desde marzo quejas y críticas, que han arreciado en los últimos días. Son unas 17.000 personas las que estarían pendientes de ingresar la ayuda correspondiente a 2022 en el Principado. Según el departamento que dirige Melania Álvarez, 13.000 expedientes «están ya enviados a Hacienda para proceder a su pago». El cálculo es que el ingreso se produzca a partir de octubre. A los 4.000 restantes ha sido necesario pedirles que actualicen datos o subsanen errores de las solicitudes realizadas. La Consejería ya se había comprometido anteriormente a abonar la ayuda a los 30.000 perceptores en total en mayo junio, pero no pudo ser.

En el departamento sostienen que se está «intentando modificar el sistema de pago para que sea más ágil». Porque gran culpa del retraso de siete meses en realizar los ingresos a los beneficiarios se debe las complicaciones burocráticas para cumplimentar todos los trámites. A los pendientes de cobrar la ayuda de 2022 se suman también los retrasos de los que aún no recibieron la de 2021.

La situación en Asturias provocó la intervención de Comisiones Obreras (CC OO), cuyo secretario general en Asturias, José Manuel Zapico, exigió el pasado agosto al Ejecutivo de Adrián Barbón que luche contra la burocracia alcance también el ámbito social y que abordase los pagos, pues algunos de los beneficiarios viven situaciones «de urgente e imperiosa necesidad» y tienen serias dificultades «para llegar a fin de mes».

El bono social térmico es un programa de concesión directa de ayudas destinadas a paliar la pobreza energética en consumidores vulnerables, en lo que respecta a energía destinada a calefacción, agua caliente sanitaria o cocina. Para beneficiarse de la citada ayuda la condición es ser beneficiario del bono social eléctrico a 31 de diciembre del año anterior. Las cantidades oscilan entre los 50 y los más de 300 euros en función de zonas e ingresos.

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