Un enquistado conflicto con miles de afectados

Los talleres asturianos pierden un 30 por ciento del trabajo por la huelga de las ITV: "Es un desastre, estamos secuestrados"

"Este problema no es nuevo. La ITV lleva tiempo funcionando mal. Pero ahora ha empeorado", explica el responsable de un taller en Gijón

N. Martínez / V. Delgado / S. Fernández / M. Gutiérrez

"Es un desastre, estamos secuestrados". Con estas desesperadas palabras, Carlos González, gerente del negocio gijonés talleres Juancar, expresaba ayer el impacto que la huelga en las estaciones asturianas de la ITV está provocando en el sector. En la mayor ciudad de la región, conseguir una cita para la revisión del vehículo implica una espera de 112 días. No obstante, González explica que la situación actual no le pilla por sorpresa. "Este problema no es nuevo. La ITV lleva tiempo funcionando mal. Pero ahora ha empeorado", explica el responsable de esta empresa del barrio de El Coto, que ofrece la revisión previa a la ITV e incluso el transporte de los vehículos a las propias estaciones. Calcula que estas acciones significan entre 30 y el 40 por ciento del flujo de trabajo habitual de su taller.

Respecto a su clientela, que se encuentra "preocupada y desconcertada", González dice que cada vez son más los que optan por ir a las provincias limítrofes para pasar la revisión del coche y a los que les invade la misma duda. "Hay mucha consulta, todo el mundo está preguntando si les van a multar", cuenta. De cara a los próximos meses, este empresario no tiene grandes esperanzas respecto a un posible avance. "Esto ha creado un atraso que tiene difícil arreglo porque, aunque se vuelva a la normalidad, falta personal", dice.

En Oviedo, Valentín González, de Talleres Rafra, contempla con "impotencia y resignación" cómo se alarga la huelga de la ITV en Asturias. La demora media de tres meses en las estaciones está afectando bastante a su negocio, ya que también ofrece el servicio de llevar los vehículos a superar el reconocimiento. "Hay muchos retrasos y la gente marcha para León, para Lugo o para Cantabria. Es una vergüenza que tengamos que ir a dejar el dinero fuera de Asturias", espeta. La ITV es una de las fuentes de ingresos de este clásico taller del barrio de la Argañosa, que ha visto disminuido su número de servicios prestados desde que empezó la huelga. "Los talleres estamos un poco abandonados con este tema", explica González.

El mecánico achaca a Tráfico unas multas "sin justificación" que castigan a los usuarios que no pudieron pasar la ITV "por un problema de la administración". Y añora tiempos pasados. "Con la pandemia, empezaron los retrasos y con la huelga todo ha empeorado", indica. Muchos clientes llegan desesperados al taller pidiendo que González les pase la inspección en poco tiempo. "Les digo que ya me gustaría", responde. Y no es demasiado optimista: "Si la huelga lleva tantos meses, malo. Tiene pinta de que va para largo". No obstante, mantiene una clientela fiel que le permite subsistir con los habituales trabajos de reparación, algo que confirma mientras arregla los bajos de un coche.

Los talleres de Siero también temen que el conflicto de las ITV, con una huelga convocada, agrave las consecuencias que ya padecen. "Esta situación de parón indefinido influye directamente en el trabajo que realizan los talleres mecánicos", afirma Vicente Álvarez, propietario de Automoción Puente Nora, en Lugones. Asegura que ya se están empezando a ver las primeras consecuencias de esta saturación. Álvarez, que tiene una licencia de compraventa de vehículos, añade que tiene coches parados que no puede vender porque, para hacerlo, deben tener la ITV pasada. Además, en su taller llevan años llevando los vehículos de sus clientes a la revisión, algo que prácticamente han dejado de hacer. "Para acudir a la estación tenemos que dejar de hacer reparaciones en los talleres y, ahora mismo, sin tener hora concertada, puedes pasar allí toda la mañana, con las pérdidas que eso conlleva para nosotros", relata. "Evidentemente, no puedes facturarle a un cliente el tiempo empleado porque lo más seguro es que no le pareciera bien", matiza.

Similar discurso tiene José Manuel González, responsable de Vulcanizados Avilés, en el barrio del Carbayedo. Aunque aclara: "El problema lo tienen los usuarios". "Nosotros seguimos haciendo las pre-ITV. Lo que sucede es que, cuando preparamos el coche, el dueño puede acudir a la inspección, pero no sabe si se va a poder pasarla porque no sabe si la hora de su cita es de huelga", dice. "De ahí que terminen saliendo fuera de Asturias", remata. En el taller de González, siguen preparando los coches para que puedan circular. "A un cliente nuestro, con el coche listo, le paró la Guardia Civil. Los agentes comprobaron los papeles y vieron que oficialmente no tenía la ITV, pero le dejaron seguir al comprobar que se había preocupado por tenerlo todo listo", explica el mecánico.

Javier Hurtado regenta un taller de reparación de automóviles en Langreo y no oculta su malestar e inquietud con la situación que están atravesando las estaciones de la ITV. Asegura que su negocio ha detectado una disminución de la carga de trabajo ante la incertidumbre con las citas, algo que no solo está afectando a los conductores sino a los propios trabajadores del taller. "Tenemos clientes que nos dejan el coche para hacerle la puesta a punto antes de la ITV y después somos nosotros mismos los que les llevamos sus vehículos a pasarla", afirma. "Son compromisos que adquieres con la gente y hay que buscarse la vida para hacerlo", añade.

"Antes pedías cita a primera hora de la mañana y lo ibas resolviendo pero ahora tienes que andar rastreando por internet para buscar fechas y sitios libres", relata Hurtado. El propietario del taller señala que "a veces hay que ir a la hora de comer y otras a sitios de fuera de la comarca e incluso de fuera de la región". "Hace unos días, me vi obligado a llevar un coche a Onzonilla (León) porque tenía un compromiso con el cliente", cuenta este especialista. Hurtado indica que ahora tiene dos coches a la espera de llevar a la ITV y el lunes le llegarán dos más. "No sé cómo voy a hacerlo", lamenta, preocupado, en medio de su negocio, tras años de experiencia en el sector.

Suscríbete para seguir leyendo