Abren juicio oral a una red que introducía saharauis con falsos certificados médicos

Piden 34 años para los 22 implicados, entre ellos el "cerebro" de la organización, un magrebí que trabajó diez años en Cruz Roja de Avilés

Edificio de consultas externas del HUCA

Edificio de consultas externas del HUCA / LNE

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Mulay H. H. L., un saharaui de 69 años, se enfrenta a una pena de nueve años y medio de cárcel por introducir ilegalmente, en 2017 y 2018, a una veintena de compatriotas suyos en España con falsos certificados médicos y falsas invitaciones para viajar a Asturias para recibir tratamiento en el HUCA. Según el ministerio público, tras falsificar estos documentos, los remitía a Argelia, donde se presentaban en el Consulado de España en Argel, que extendía posteriormente los visados médicos para que pudiesen entrar en España. Este saharaui tramitó, por otro lado, un gran número de tratamientos en el HUCA que sí fueron legales.

El acusado se aprovechaba, siempre según el escrito de acusación, de su trabajo en la Cruz Roja española en Asturias, en concreto de Avilés, en la que estuvo durante 10 años, al menos hasta 2019. Además, fue la persona designada, desde 2016 hasta noviembre de 2020, por el Ministerio de Salud de la República Saharaui, como representante en España. El Juzgado número 2 de Oviedo acaba de decretar la apertura de juicio oral contra Mulay, contra Moh-Lamin M. M., un colaborador que se enfrenta a cinco años de cárcel por instruir a los inmigrantes ilegales y realizar gestiones entre los campamentos de Tinduf y el Consulado, y también contra los veinte saharauis que habrían entrado ilegalmente en España tras pagar a la organización, o bien por amistad o parentesco, y para los que el ministerio público solicita una condena de un año de prisión a cada uno. En total se reclaman penas que suman 34 años y medio de prisión. Los letrados de las defensa, entre quienes se cuenta Ramón Triguero y Antonio Pineda, presentarán los escritos de defensa en próximas fechas.

Para la entrada de los veinte inmigrantes ilegales se habrían utilizado certificados falsos del jefe del área de endocrino del HUCA, Edelmiro Menéndez; de José Antonio Vecino, el entonces director de asistencia sanitaria del área de Oviedo, y de varios facultativos más. Estos reconocieron los documentos como falsos. Y es que aparecían errores médicos evidentes que pondrían de manifiesto que la persona que los redactó, con evidentes faltas de ortografía, era lega en medicina.

También se utilizaron invitaciones de Cruz Roja –que dos integrantes reconocieron como falsas–, de Solidaridade Galega do Pobo Saharaui o de la Asociación de Familiares y Amigos de Bassiri (el resistente saharaui desaparecido bajo custodia española en junio de 1970).

Vías de entrada

Unos llegaron en avión a Madrid o Barcelona, otros en barco a Valencia o Almería, y no consta cómo entraron algunos. Mulay H. H. L., gestionaba el billete para el viaje y el alojamiento y manutención en la casa de acogida de la Cruz Roja de España en Oviedo. En otras ocasiones, y con la intención de facilitar la tramitación de la documentación, facilitaba el empadronamiento en un piso sito en la calle José Uría Uría que él mismo gestionaba.

La defensa de Mulay H. H. L. presentó un recurso en el que argumentaba que "las diligencias practicadas no han demostrado que el recurrente falsificara certificados e invitaciones ni que las enviara a Argelia ni tramitara las solicitudes de visado ante el Consulado español en Argel ni que cobrase cantidad alguna por ello, ni tampoco que conociera a los solicitantes". Solicitaba el sobreseimiento de las actuaciones y subsidiariamente la práctica de determinadas diligencias de investigación para demostrar su inocencia. La sección segunda de la Audiencia, presidida por la magistrada Covadonga Vázquez, rechazó el sobreseimiento ante la acumulación de indicios contra el acusado –que incluye incluso conversaciones telefónicas grabadas por las fuerzas de seguridad –y la gravedad de las penas en juego.

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