Asturfeito abrirá una escuela para formar soldadores con muy alta cualificación

El centro, con capacidad para 40 alumnos, se ubicará en la ría y aspira a cubrir la falta de profesionales especializados en técnicas de vanguardia

Un hombre mira la nave donde abrirá la escuela de formación de soldadores. | María Fuentes

Un hombre mira la nave donde abrirá la escuela de formación de soldadores. | María Fuentes

Marián Martínez

Marián Martínez

Asturfeito, la empresa avilesina fabricante de grandes equipos para los sectores energéticos, científicos y de defensa, pondrá en marcha su propio centro de formación de soldadores altamente cualificados, especializados en las soldaduras de la más alta calidad. El objetivo inicial es cubrir las propias necesidades de la empresa ante la falta de personal con altas competencias, aunque no se descarta atender la demanda de otras empresas del sector que tienen las mismas dificultades.

"Llevamos 20 años con la misma problemática. Las escuelas de aprendices, que eran las mejores canteras, desaparecieron y perdimos la mejor formación que nunca hubo para profesionales del sector. Después de dos décadas, seguimos esperando una solución que no llega y que tardará en llegar. Ya no podemos esperar más. O lo hacemos o morimos", explica Belarmino Feito, presidente y propietario de Asturfeito.

"Llevamos 20 años con la misma problemática. Las escuelas de aprendices, que eran las mejores canteras, desaparecieron y perdimos la mejor formación que nunca hubo para profesionales del sector"

Belarmino Feito

— Empresario

El problema, que es común a las empresas del metal asturiano desde hace décadas, no es solo que no se encuentran profesionales especializados, sino que tampoco hay centros de formación donde puedan adquirir las competencias que se demandan. "La formación que existe es muy básica, para iniciar a alguien en la profesión, pero no sirve para las empresas que compiten en el mercado internacional, porque los estándares que se reclaman son mucho más elevados que los impartidos en los centros reglados", asevera el empresario.

La situación es tan grave que "hemos llegado a perder contratos porque carecíamos de profesionales que poder emplear y no podíamos cumplir con los tiempos de fabricación y entrega que se establecían. Eso nos llevó a pensar que debíamos de buscar una solución para cubrir nuestras necesidades", explica Feito. "En el último año tuvimos soldadores de toda España, de Portugal y de toda Europa, pero cuando llegan no sabemos el nivel que tienen y en la mayoría de las ocasiones también hay que darles formación porque tampoco se ajustan a las necesidades que tenemos", añade.

La FP Dual, una vez que se ponga en marcha, "será lo mejor que pueda pasar, pero todavía hay que ponerse de acuerdo en el contrato de remuneración. Y estamos esperando a que se acabe de negociar y que se ponga en marcha. Los resultados no van a ser inminentes, tardará unos años en salir los profesionales que necesitaremos. Y no podemos esperar más tiempo", remarca Belarmino Feito.

Belarmino Feito, en su despacho, desde cuyas ventanas se ve el PEPA. | M. Martínez

Belarmino Feito, en su despacho, desde cuyas ventanas se ve el PEPA. | M. Martínez

La compañía, con una plantilla que tiene una edad media de 42 años, ya tiene localizada la nave donde se desarrollará la formación. Se trata de un espacio de unos 400 metros cuadrados en la avenida Conde Guadalhorce que estuvo ocupada en su momento por la Fundación Metal. En las próximas semanas comenzarán los trabajos de adecuación y de instalación de la maquinaria necesaria para impartir los cursos. La idea es que el centro entre en servicio en el primer semestre de este año.

Asturfeito adquirió unos solares en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) para construir su propio centro de formación, pero se cruzó por medio la pandemia por el covid-19. Cuando se retomó el proyecto surgió la posibilidad de ocupar las naves que durante años habían servido a la Fundación Metal para impartir los cursos de soldadura.

La singularidad del futuro centro de formación de Asturfeito es que será para soldadores profesionales que se quieran especializar. "Nuestros clientes son internacionales y los requerimientos de soldadura son muy elevados. Lo que nos mantiene en el mercado es la calidad, el hecho de ser muy competitivos. Pero eso requiere una cualificación acorde con las exigencias de los sectores para los que fabricamos", explica el presidente de la compañía.

En cada curso –se podrán simultanear incluso dos– habrá un máximo de 20 alumnos, y se realizarán con un programa "ad hoc" según las necesidades de la compañía. Se impartirá soldadura semiautomática especializada, de arco sumergido y robotizada.

En cada curso –se podrán simultanear incluso dos– habrá un máximo de 20 alumnos, y se realizarán con un programa "ad hoc" según las necesidades de la compañía. Se impartirá soldadura semiautomática especializada, de arco sumergido y robotizada.

"Los alumnos deben tener una formación de base y aptitudes, porque la formación será para profesionales de la soldadura, para capacitar aún más a personas que ya saben del oficio de modo que puedan soldar acorde a los requerimientos y a las especificaciones técnicas y procedimientos que manejamos normalmente", añade el empresario.

Otro de los objetivos del futuro centro es el de la homologación de soldadores y de procedimientos, tanto para la propia compañía como para otras que lo soliciten en el futuro. En la actualidad este servicio se externaliza, y la auditoría se realiza en los propios talleres de producción, lo que supone movilizar recursos y dejar de producir mientras se realiza. "Son cuestiones muy especializadas, pero que van acorde con las necesidades y los servicios que necesitamos nosotros y otras empresas del sector que están en las mismas circunstancias", asegura Belarmino Feito.

Las tres ramas de formación en soldadura a las que se dedicará este centro son las conocidas como "semiautomática" (el soldador solo controla manualmente la velocidad de avance del electrodo, las demas variables son preseleccionadas; forman parte de esta especialidad TIG, MIG y MAG, entre otras), "de arco sumergido" o SAW (es un proceso en el que la fusión de metales se produce por el calentamiento de un electrodo continuo, protegido por uno o más arcos cuyos variados casos de aplicación van desde la construcción naval a la fabricación de depósitos y la construcción de puentes) y "robotizada" (que como su nombre indica se basa en el uso de máquinas robotizadas de soldar que ofercen un mayor rendimiento que una persona en tareas rutinarias y repetitivas si bien es cierto que es preciso el control humano para la programación y supervisión).

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