Entrevista |

"Esperaba un verano muy bueno, pero tampoco veo una gran diferencia"

"El carnaval de Luanco estuvo muy bien, hay ganas de tener una fiesta tranquila, como antaño, aunque plantar cara al botellón es tarea difícil"

Nacho López, en Luanco.

Nacho López, en Luanco.

I. García

Nacho López Solís (Oviedo, 1986) lleva en Luanco desde que cumplió 18 años y desde finales de la pasada primavera es el nuevo presidente de la junta local de hostelería de Gozón, de Otea. La entrevista se desarrolla en su local en la mañana siguiente al Carnaval de verano.

–¿Cómo va el verano?

–Pues empezó bien, empezó muy fuerte y parecía que iba a ser un verano para batir todos los récords pero a partir de las fiestas del Carmen ya empezó a flojear un poco y en agosto, como hay días malos… se vende bien pero esperábamos que agosto fuera mucho mejor.

–¿Cómo es posible si las calles están a reventar?

–No sé, será la gente que no quiere gastar mucho. El nivel de vida subió mucho. Esperaba un verano bueno porque la gente ya se está olvidando de la pandemia y parece que poco a poco vamos haciendo una vida normal. Yo contaba que iba a ser muy bueno, lo digo comparándolo con otros veranos, tampoco es que sea una gran diferencia.

–¿Y comparándolo con el de 2022?

–Parecido.

–Ante esta situación, qué soluciones se pueden plantear desde la hostelería, ¿quizá bajar precios?

–Eso no se puede porque a nosotros los productos nos siguen saliendo mucho más caros, eso es imposible. Tampoco puedes pagar de más a los camareros porque tienes que trabajarlo tú también. Luanco es muy estacional y tienes que ahorrar, que llegar a septiembre con los bolsillos llenos, para aguantar todo el invierno.

–Y cómo se presenta el sector una vez finalizado el verano.

–Al igual que esperaba un verano muy bueno viendo cómo está siendo, yo creo que el invierno como siga la subida de precios de los productos así, el invierno va a ser muy crudo.

–Qué se puede hacer desde la asociación de hostelería para la deseada desestacionalización, de la que se lleva años y años. ¿Cómo se consigue eso?

Tenemos que intentar entre todos organizarnos mejor para que podamos hacer cosas y no sólo en hostelería. Tenemos que hablar con comerciantes, hablar con los propios proveedores para intentar que no llegue el 15 de septiembre y que Luanco esté vacío… Intentar entre todos hacer cosas para que la gente salga de casa.

–Volviendo al verano, comenzó con un exitoso festival del bonito…

El verano creo que empezó antes, con la comida en la calle

–Correcto.

–La empecé a organizar en colaboración de la gente y los hosteleros y cada año va a más, esperamos que siga así y de esta manera ya le ganamos quince días al verano, que así en vez de empezar el 1 de julio lo hacemos a mediados de junio. Eso es, intentar que la gente salga, que haya motivos para hacerlo, a la gente le cuesta salir y le gustan cosas diferentes, le llaman la atención.

–¿Dice que todo estuvo muy bien hasta la fiesta del Carmen y ahí se acabó el boom?

Digamos que sí.

–Cuando realmente otros años es a partir de la fiesta del Carmen cuando el verano de Luanco está más animado. Despúes llegó el Hípico, el tenis-playa, "Luanco al mar"…

El tenis playa se nota más en los locales que están cerca, en La Ribera. "Luanco al mar" sí se nota que sale la gente de los conciertos, a las 23.00 o las 23.30 horas, son unas 1.500 personas.

–Y el Carnaval de verano, ¿cómo fue?

Muy bien. La gente tiene ganas de salir tranquilo de tener una fiesta tranquila y demás y el tiempoacompañó exquisitamente porque la noche estuvo ideal. Fue un día como los de antaño.

–¿Y sin ningún problema?

Sin problema, no tengo constancia de que haya pasado nada. Chapó.

–Esta fiesta llena Luanco cada año, también a chavales que acuden al botellón. ¿Cómo se pueden plantar cara al botellón?

Plantarle cara botellón es muy difícil. Desde el Ayuntamiento están haciendo las cosas bien porque hay mucha seguridad. En la reunión que tuvimos con el Alcalde la intención de las fuerzas de seguridad era tener las zonas de botellón controladas en la playa y ahí se hizo. Lo del botellón es muy difícil controlarlo. Tuve gente delante de mi bar haciendo botellón y tenía una barra fuera y servía copas. Son gente joven que no tiene (dinero), entonces van al supermercado.

–¿Qué queda por hacer en Gozón desde la hostelería?

Ya digo, intentar unirnos más todavía y poco a poco lo estamos consiguiendo. El ejemplo es la comida calle, antes de la pandemia estuvimos unos tres o cuatro años haciendo un concurso de pinchos que se puede retomar y tenemos la idea de organizar un Carnaval de invierno, somos los únicos que tenemos carnaval de verano y los únicos en el mundo que no tenemos carnaval de invierno, que lo hay hasta en pueblos de 300 habitantes. En cuanto acabe el verano, comenzaremos a organizar el invierno, y en invierno, organizaremos el verano.

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