Un tropiezo asumible: la última derrota del Avilés, casi sin consecuencias

El equipo blanquiazul cae en el campo del líder, el Pontevedra, pero sigue a dos puntos de la promoción y muy sólido en el Suárez Puerta

Raúl Rojas, a la derecha, en una acción del partido que disputó el Avilés en el campo del Pontevedra. |

Raúl Rojas, a la derecha, en una acción del partido que disputó el Avilés en el campo del Pontevedra. | / Área 11

Antonio Lorca

Antonio Lorca

El Avilés rompió una racha de siete jornadas sin perder en uno de los compromisos más complicados que le quedaban hasta el final de la Liga regular en el grupo 1 de Segunda Federación. El conjunto blanquiazul visitó el campo del Pontevedra, que con esa victoria (2-0) ante el equipo asturiano se coloca como líder, superando al Ourense, que perdió en el campo de la Gimnástica de Torrelavega.

Fue una jornada en la que perdieron muchos equipos de la parte alta de la clasificación, también de los que se están jugando meterse entre los cinco primeros y disputar la promoción de ascenso, entre los que se encuentra el Avilés que, por lo tanto, vio como su derrota no le alejaba de esa pelea. Una jornada tras la que continúa en una situación similar a la que estaba y además después de haberse quitado de delante a un rival muy complicado.

Una vez que se ha pasado página de esa derrota, el Avilés tiene ahora razones importantes para ser optimista antes de medirse el domingo (17.30 horas) al Vetusta en el Suárez Puerta. El equipo que entrena Manolo Sánchez Murias se ha convertido en uno de los más sólidos del grupo como local. La última derrota que sufrió en casa el equipo blanquiazul fue el 19 de noviembre del año pasado, cuando cayó por 1-2 ante el Rayo Cantabria. Desde entonces, en los seis partidos jugados en el municipal avilesino, han sido cuatro victorias y dos empates. El último triunfo fue además muy contundente, con una goleada por 4-0 al Coruxo.

Esta solidez como local, además de al apoyo de su afición, es a lo que se tratará de agarrar el equipo blanquiazul para recibir a un Vetusta que se presume un rival difícil. El filial azul está en su mejor momento de la temporada, viene de empatar (1-1) con el Zamora, otro de los gallitos del grupo, y de perder con el Pontevedra por 2-3 en un partido en el que los carbayones merecieron mejor suerte. Los tres partidos anteriores los ganaron, lo que les tiene metidos de lleno en la pelea por salvar la categoría.

El Avilés, para ese partido, tendrá una ausencia muy sensible, la de Raúl Rojas, cuya expulsión fue quizás la peor consecuencia que tuvo para el equipo blanquiazul la derrota ante el Pontevedra. Una expulsión que el extremo, uno de los refuerzos de invierno, considera que fue muy rigurosa: "En el momento, se me vino todo encima, no es de buen gusto dejar al equipo con un jugador menos, más en un partido así, y después con indignación porque luego, al ver el vídeo de la acción, pienso que no es ni falta;_yo le gano la posición, él me agarra, se me pone por delante, y cuando intento recuperar la posición va al suelo y el árbitro... todo el mundo vio lo que tardó en sacarme la amarilla".

Una segunda amarilla que considera que marcó el final del encuentro: "Quedaba mucho partido y nosotros no nos íbamos a rendir, estoy seguro de que hubiéramos empatado". Se trata de la primera expulsión del extremo sevillano, que, a pesar de todo, sostiene que "hay mucho material en el equipo" para sustituirle.

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