La vieja carretera nacional suma casi 10 kilómetros de obras entre Mieres y Oviedo

A los retomados proyectos de mejora de los enlaces de Fábrica, Loredo y Cardeo se suma la limpieza de la vía, con cortes de carril en los túneles

Arriba, las obras en el enlace de Fábrica de Mieres. Abajo, el paso regulado con semáforos por uno de los túneles de la vieja carretera nacional. | D. M.

Arriba, las obras en el enlace de Fábrica de Mieres. Abajo, el paso regulado con semáforos por uno de los túneles de la vieja carretera nacional. | D. M. / David Montañés

La vieja carretera nacional que une Mieres y Oviedo (N-630) se ha transformado en una calzada repleta de señales naranjas. Los usuarios de esta vía circulan estos días entre una sucesión de obras. Y es que la Demarcación de Carreteras del Estado ha retomado las actuaciones de mejora de los accesos a los polígonos industriales del norte de Mieres, los de Fábrica, Ablaña (Cardeo) y Baíña (Loredo). Además, se trabaja también en la limpieza de cunetas y arcenes, lo que está obligando a dar puntualmente paso alternativo a la circulación, con cortes de carril, en la zona de túneles.

La vieja carretera nacional suma casi 10 kilómetros de obras entre Mieres y Oviedo

La vieja carretera nacional suma casi 10 kilómetros de obras entre Mieres y Oviedo / David Montañés

La señalización de obras se extiende actualmente en la N-630 a lo largo de casi diez kilómetros. Se trata del tramo en dirección a Oviedo que va desde Mieres hasta la conexión con Riosa. El principal trastorno para los conductores se localiza a la altura de los túneles. Para facilitar la limpieza de la vía se está procediendo al corte de carriles. Con el fin de garantizar la seguridad por los pasos subterráneos según avanzan las tareas se está regulando el tráfico con semáforo, dando paso alternativo por un solo carril.

El movimiento de máquinas se intensifica a medida que los conductores se acercan a Mieres. Y es que la circulación por la vieja carretera de Castilla lleva desde hace ya más de siete meses sometida a una sucesión de obras, con abundante señalización que restringe la velocidad en varios puntos hasta los 40 kilómetros por hora. Tras más de una década de espera, los trabajos de mejora de los enlaces de Baíña, Cardeo y Fábrica de Mieres están ya muy avanzados pese al parón de casi dos meses que afectó al proyecto. De hecho, las labores en los accesos a Fábrica se han retomado con bastante trabajo por delante debido a la incidencia que tuvo la obra sobre redes subterráneas, como el cable de fibra óptica. En el caso de Cardeo y Loredo, solo quedan pendientes los remates finales.

La actuación en los enlaces a los polígonos de la N-630 conlleva una inversión de 1,75 millones de euros y forma parte de un proyecto global de ocho obras de mejora de la seguridad vial, con presencia también en Siero, Parres y Coaña. En la intersección de Loredo-Baíña, la actuación está prácticamente finalizada, a falta de extender la capa de rodadura. Se han repuesto y mejorado los apeaderos de autobús y también se han cambiado las luminarias por otras con tecnología led. Además, a petición de los vecinos, se han ampliado las aceras existentes.

Los proyectos

En Cardeo también se ha cerrado la glorieta partida, a la que queda por extender la capa de rodadura. Por último, en la intersección de la Fábrica de Mieres, la que marcha con más retraso, se ha rediseñado el enlace para mejorar la visibilidad en una zona con cambio de rasante que no permitía una buena visibilidad. En la zona se han contabilizado graves accidentes, algunos con víctimas mortales.

El proyecto está integrado en un programa de actuaciones en la región. Así, se han adjudicado el total de los trabajos por un poco más de cuatro millones de euros. La empresa encargada de las obras es ASCH Infraestructuras y Servicios, que compitió con otras siete ofertas. Entre ellas, alguna tuvo que ser excluida por ser anormalmente baja, lo que retrasó en parte la tramitación de esta licitación.

Suscríbete para seguir leyendo