Formación, prevención y visibilización: los expertos desvelan en Langreo las claves para combatir el suicidio

Langreo acoge una jornada de trabajo sobre salud mental en la que colectivos exponen la necesidad de disponer de más personal cualificado

Por la izquierda, Vicky Sánchez, José Ángel Rodríguez y Tomás López, durante las jornadas. | M. Á. G.

Por la izquierda, Vicky Sánchez, José Ángel Rodríguez y Tomás López, durante las jornadas. | M. Á. G. / M. Á. G. / A. V.

El concejo de Langreo es uno de los municipios españoles con mayor índice de suicidios. Con una tasa de 14,7 casos por cada 100.000 habitantes supera ampliamente hasta casi duplicar las medias regional (8,6) y nacional (8,4). Bajo estos preocupantes datos, las Escuelas Dorado de Sama acogieron ayer unas jornadas de "Salud Mental y Suicidio" en las que las asociaciones pusieron el foco en la prevención y la visibilización del problema.

Las entidades afectadas reconocen que los casos de suicidio suelen ser tratados como un tema tabú. También en los medios de comunicación. Y es algo que el colectivo que trabaja día a día con personas con problemas de salud mental pretende corregir. "Hay que hablar de ello en todos los foros, desde colegios a empresas, cárceles….", explica José Ángel Rodríguez, coordinador de la asociación "Abrazos Verdes". Su compañera Vicky Sánchez agrega que "es necesario un plan de prevención, de protección y de formación". Porque una detección temprana de esas señales que anuncian que una persona se plantea quitarse la vida puede ser clave. Rodríguez apunta sin embargo que de un desenlace fatal "no hay culpables". Una culpa que suele atormentar a familiares y allegados que no tienen responsabilidad sobre el hecho.

Coincide con estos dos expertos Tomás López, de la asociación Hierbabuena. "Es fundamental trabajar en la prevención, porque siempre ponemos el foco en la situación de emergencia, cuando se pasa al propio acto del suicidio, pero es necesario tratar de prevenir las causas que han derivado en ese hecho", señala. "La comunidad o la sociedad debe de tomar conciencia, porque la gente que se suicida no es gente que se quiera quitar la vida, sino gente que no encuentra una salida a una situación que para ellos es límite", agrega, para apuntar que "es muy duro para una persona sentirse sola o no tener un hombro en el que llorar o una mano en la que apoyarse".

Los expertos hablan también de formación. "Una formación que nos enseñe a detectar señales que puedan anunciar un arranque suicida", apunta Vicky Sánchez. Enseñanzas, agrega José Ángel Rodríguez, que se deben impartir a varios estamentos: "Desde los profesionales sanitarios, a profesionales educativos, pasando por policía o bomberos, además de a las familias". "Tenemos que aprender a detectar estas señales con las que se pueden salvar vidas", explican los miembros de Abrazos Verdes. "Es necesario un plan de emergencia integral y urgente", valoran.

Más personal

Se quejan también las asociaciones de la necesidad de más personal en las áreas de salud mental en la sanidad pública. Lo hacen con conocimiento de causa. Hay casos en los que las consultas en psiquiatría tienen una periodicidad de seis meses. Y aún más problemática supone la citación con los psicólogos, que pueden tener un periodo de espera similar cuando es el profesional que se encarga de proponer, impartir y hacer el seguimiento deuna determinada terapia.

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