Líneas críticas

Intereses económicos y principios humanitarios

Los efectos de las políticas económicas europeas en África en los movimientos migratorios

Francisco Palacios

Francisco Palacios

Las migraciones son uno de los fenómenos más recurrentes de la historia de la humanidad. Un fenómeno en el que intervienen factores de muy distinta índole. Al margen de las razones éticas y humanitarias, existen connotaciones geopolíticas que condicionan y determinan los movimientos migratorios en el mundo.

Actualmente, flujos humanos cada vez mayores, partiendo sobre todo del África subsahariana, se aventuran por rutas peligrosas e interminables, atravesando continentes, fronteras, países, desiertos y mares inclementes para llegar a las naciones más ricas de Europa en busca de oportunidades de una vida mejor.

Un ejemplo cercano: en las tres últimas décadas más de 100.000 emigrantes han desembarcado en las costas de las islas Canarias, procedentes en su mayoría de Senegal. Y más de 13.000 llegaron el pasado mes de octubre, una cifra sin precedentes desde la llamada "crisis de los cayucos" de hace diecisiete años.

Y con fin de descongestionar la red de acogida de las islas, fueron albergados 59 emigrantes en el antiguo colegio San José de Sotrondio. Asimismo, en su reciente visita a ese centro, el ministro en funciones de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escribá, anunció que su ministerio destinará nueve millones de euros para transformarlo en un Centro de Acogida de Protección Internacional (CAPI), que será uno de los catorce que se impulsarán en toda España. El ministro declaró también en Sotrondio que la acogida será un tránsito hasta que las personas acogidas pueden mantener "un mejor arraigo". Pues bien, lo que se suele obviar en estas ocasiones son precisamente los verdaderos motivos del "desarraigo" de los emigrantes.

Los procesos de globalización económica y comercial que han impuesto los países occidentales a los menos desarrollados son una de las causas determinantes del problema migratorio a escala mundial. Una circunstancia que genera considerables fracturas económicas y sociales, origen de los grandes movimientos migratorios.

Es el caso de Senegal. La periodista Lola Herrera denunciaba hace algún tiempo que la Unión Europea (UE) ha concertado en ese país sofisticados acuerdos para que sus flotas pesqueras, mucho más potentes y modernas, pudieran capturar masivamente en sus ricos bancos de pesca, esquilmando caladeros que han sido una de las bases económicas y alimentarias de los senegaleses. Los grandes damnificados fueron los pescadores locales y los patronos de barcos tradicionales: los conocidos cayucos. También sufrieron importantes perjuicios los pequeños agricultores, granjeros de aves y otros sectores económicos. Así, al eliminarse las barreras comerciales, los mercados senegaleses se vieron inundados por productos europeos, más baratos y subvencionados, con los que de ningún modo podían competir.

El resultado fue el cierre de siete de cada diez granjas de pollos y el abandono de gran número de cultivos de tomates. Estas lesivas políticas económicas, permitidas también por los gobiernos del propio país, condenan a la pobreza y la miseria a amplias capas sociales de Senegal, provocando al mismo tiempo masivas emigraciones transnacionales, especialmente a Italia y España. Muchos de esos emigrantes trabajan en explotaciones agrícolas de Almería, Cataluña, Alicante o Canarias, uno de los destinos preferidos por los senegaleses. Trabajos que, con frecuencia, se realizan en unas condiciones infrahumanas.

Diferentes informes de las Naciones Unidas vienen denunciando que los acuerdos de la UE con Senegal no tienen en cuenta las graves repercusiones sociales y medioambientales en el país africano. Informes que casi siempre se convierten en papel mojado, prevaleciendo los intereses de las grandes naciones. Intereses que chocan con los principios humanitarios que esas naciones exhiben sin pudor. Lo decía una joven emigrante y activista: "Intentamos muchos cosas, pero el mundo no se mueve a nuestro favor".

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