En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: El largo adeu

Rubén Suárez receta al Oviedo trabajo en equipo, el Sporting salva un punto ante el Albacete y Piqué lo deja por sorpresa tras una más que brillante carrera como futbolista y una algo más mediocre como bufón

Gerard Piqué.

Gerard Piqué.

Pablo González

Pablo González

Trabajo en equipo como en tiempos de Rubén Reyes. Esta es la receta de Roberto Suárez, el heredero del deseo frustrado del Oviedo para sustituir a Tito. Bien harán en la casa azul en cumplir con la máxima en estos tiempos en los que las aguas bajan turbias. La fragilidad defensiva en el balón parado, ese arte que da y quita muchísimos puntos en la competida Segunda, sigue lastrando a los azules. El Almirante Cervera no acaba de encontrar los motivos por los que el barco tiene unas vías de agua del tamaño del "Titanic". Se volvió a ver en Villarreal, donde de nuevo el puñetazo que mandó al Oviedo a la lona llegó en la última jugada. Nada está perdido, nada ganado, pero pasan las jornadas y los azules no acaban de enderezar unos números que empiezan a meter pánico. Las cuentas son muy sencillas, por mucho que aún queden optimistas que siguen creyendo en que "sí, se puede". Al Oviedo le quedan 37 puntos para alcanzar la orilla de la salvación. Luego, ya se verá si queda tiempo y energías para lanzarse a por otros objetivos.

Mientras, a 28 kilómetros, el Sporting se las prometía muy felices ante el Albacete hasta que se pegó de bruces con la realidad. Al final los de Abelardo salvaron un punto con la presencia de Luis Enrique en la grada. El que ya no pisará nunca el césped ni de El Molinón ni del Tartiere será Piqué. Geri lo ha dejado por sorpresa tras una más que brillante carrera como futbolista y una algo más mediocre como bufón. Hay que reconocerle que ha sabido no dejar indiferente a nadie, siendo uno de esos futbolistas que han acabado siendo un club dentro del club, una empresa dentro de la empresa.

Y así ha venido actuando en los últimos años. Pero, queridas amiguinas y amiguinos, uno hace y otros dejan hacer. Los próximos días iremos conociendo las razones para esta sorpresiva retirada: su pérdida de peso en el equipo, la falta de metas deportivas atractivas, su situación personal, las presiones del club para liberar su astronómica ficha, la entrada en vigor de la ley del Deporte, donde se prohíbe que los deportistas tengan intereses económico-empresariales en la competición en la que participan y un largo etcétera… Pero ojo, antes de irse ya amenaza con volver. ¡Presidente, presidente…! Que tiemble Laporta, ¿oyisti, güey?

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