100 años de un martes de campo muy futbolero

Una imagen dle partido

Una imagen dle partido / LNE

Marcos García, "Basiliscus"

Marcos García, "Basiliscus"

Se cumplen 100 años de un acontecimiento deportivo en la ciudad que, aunque por aquel entonces parecía algo totalmente imposible, provocó el acercamiento entre los dos grandes rivales ovetenses, el Real Stadium Club Ovetense y el Club Deportivo de Oviedo, siendo uno de los testigos principales la Cofradía de la Balesquida.

A principios de mayo de 1923 la populosa cofradía carbayona, la más antigua del país, anuncia su programa de fiestas; en él, como plato fuerte para día 22, Martes de Campo y tradicional día del bollu en Oviedo, anuncia un encuentro de fútbol en Llamaquique entre una selección de los dos equipos ovetenses frente al Nelson Football Club. El equipo inglés acababa de subir a 2.ª División y, para su preparación, decidió realizar una gira por España. Antes de venir a Oviedo ya habían jugado dos partidos contra el Real Madrid, ganando el primero por dos goles a cuatro y convirtiéndose así en el primer club de las islas británicas en derrotar a los merengues en Madrid. Para decidir qué jugadores serian seleccionados para enfrentarse al Nelson, se organizaron dos partidos previos, celebrados el 1 y 6 de mayo. En el primer partido, jugado en Teatinos, estos fueron los dos once: por «Los Azules»,  Óscar, Germán, Comas, Amable, Muslera, Justo, Amán, Lorences, Zabala, Barril y Urrutia; y por «Los Blancos»: Zubeldia, Salas, Villanueva, Cuervo, Paulino, Cantera, Urrutia, Ñardi, Suárez, Mieres y Servando. En el segundo encuentro, jugado 5 días después en Llamaquique, estos fueron los equipos alineados: por «Los Posibles»: Zubeldia, Polo, Salas, Amable, Muslera, Justo, Amán, el alemán (jugador del Fortuna de Vigo), Zabala, Cuervo y Urrutia; y por «Los Probables»: Óscar, Germán, Planas, Urrutia, Antón, Alfredo, Ñardi, Paulino, Cantera, Donato y Servando.

Finalmente, la selección estaría compuesta por cinco jugadores de cada equipo más el portero. Como se programaron dos partidos, los porteros de ambos conjuntos se repartieron la titularidad; así, en Teatinos el portero fue Zubeldia, del Club Deportivo, y en Llamaquique le tocó el turno a Óscar Álvarez, del Real Stadium. El once seleccionado fue el siguiente: Zubeldia (el día 20) y Óscar (el día 22), Comas, Salas, Justo, Muslera, Amable, Barril, Urrutia, Zabala, Ricardo Álvarez y Urrutia II. Los ingleses, muy superiores en el juego, ganaron los dos encuentros disputados por un gol a dos y uno a tres respectivamente.

A pesar de las derrotas, la iniciativa fue un éxito de público; tanto, que desbordó los alrededores de los terrenos de juego, llenos de coches y carruajes. La Dirección del Tranvía Central de Asturias había previsto esa aglomeración de gente y puso en servicio todos los remolques disponibles en la ciudad; aun así, no fueron suficientes para evitar algún que otro problema de orden público por la falta de espacio en ellos.

Días después, el alcalde, viendo la repercusión del doble evento deportivo y aprovechando el acercamiento de las directivas de ambos conjuntos, les invita a formar parte de la Comisión de Festejos del Ayuntamiento de Oviedo. Así, D. Ramón Puyol, por el Real Stadium y D. Luis Corujo, por parte del Club Deportivo, se incorporan como Vocales de la recién creada Junta Directiva municipal.

El mencionado éxito frente a los profesionales ingleses, sumado al fracaso de los dos equipos carbayones en el campeonato regional y a las ofertas que ambos clubes estaban recibiendo de los conjuntos punteros españoles por sus mejores jugadores, trae consigo que en la ciudad resuenen con fuerza, entre aficionados y cronistas deportivos, las voces favorables a la fusión. Por aquel entonces la unión de fuerzas entre stadiumnistas y deportivos parecía un sueño inalcanzable, está llegaría tres años después en aquel inolvidable marzo de 1926. Antes de eso, la Cofradía de la Balesquida y el fútbol ovetense volverían a cruzarse en sus caminos, pero esa es otra historia...

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