En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: Abonados al proceso

Todo lleva un proceso y solo a través del fracaso se puede llegar al éxito. ¿Les suena? La filosofía de la familia orlegiana impregna todo lo que tiene que ver con el Sporting; mientras, en la casa azul ya asumen que Moro no volverá al entrar en la puja el Valladolid

Presentación de la campaña de abonados del Sporting para la temporada 2023-24

Presentación de la campaña de abonados del Sporting para la temporada 2023-24 / Marcos León

Pablo González

Pablo González

Todo lleva un proceso y solo a través del fracaso se puede llegar al éxito. ¿Les suena? La filosofía de la familia orlegiana impregna todo lo que tiene que ver con el Sporting. Y, como no podía ser de otra forma, también la campaña de abonados, uno de los pilares fundamentales de cualquier proyecto (ahora proceso).

El asunto es que el negocio rojiblanco –perdón, el proceso– está cogiendo carrerilla tras la presentación de la nueva camiseta y de la campaña de socios, marcada por una reducción del precio de una importante parte de los abonos. Algo habrá visto el departamento que lleva la cuestión para rebajar el coste de los carnés.

Los que palpan el día a día del sportinguismo alertan de que la ilusión sigue cotizando a la baja y se mantiene descansando en los cuarteles de invierno, por lo que el objetivo de alcanzar los 20.000 abonados parece ahora lejano, muy lejano. Aunque queda mucho por delante y ya se sabe cómo funciona la Mareona en cuestión de arrebatos. Así que no cunda el pánico entre las masas.

Mientras, a 28 kilómetros, Pachuca sigue tratando de diseñar una plantilla al gusto del consumidor, de nombre Cervera, que más que nunca tiene rango de Almirante. El técnico, que no apearía el gorro de lana ni aunque tuviera que recorrer a pie el desierto libio, ya asume que Moro no volverá. El Valladolid ha entrado en la puja por el extremo, y no hay quien compita con el "dopaje" económico con el que juegan los recién descendidos. Pero en la vida no todo es dinero, sino un proceso en el que solo se alcanza el éxito a través del fracaso. Ya lo cantaba Julio Iglesias: "Tropecé de nuevo con la misma piedra // En cuestión de amores nunca aprenderé". Y tal y tal, ¿oyisti, güey?

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