En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo, el Sporting y la Supercopa: A golpe de látigo

A Rubiales el famoso piquito no consentido a Jenni Hermoso le costó el cargo, el suculento sueldo y las estupendas dádivas. En Arabia, a lo mejor, le costaba una sesión extrema de BDSM a golpe de látigo de siete colas

Pablo González

Pablo González

Ya queda menos para volver a ver en acción a los dos grandes de la madreñina, siempre y cuando las lesiones lo permitan. El último susto en la casa azul lo dio Colombatto, el hombre de moda en una de las riberas del Potomac. Era lo que le faltaba al bueno de Carrión, pero todo indica que se trata solo de un golpe que no irá más allá. Donde pierden a un efectivo es en Gijón. Insua no estará ante el Huesca, así que MAR tendrá que buscar plan B.

Por lo demás, estos días estaremos entretenidos con la Supercopa que en su día el honesto Rubiales, en colaboración con su colega Geri Piqué, que ahora amenaza con ponerse a entrenar, se llevó a Arabia. La disculpa era que el «fúrgol» serviría para democratizar el país. De tanto ha servido que hasta el Barça advierte a los suyos que si se dejan caer por el país árabe se abstengan de mostrarse cariñosos en público, sobre todo los miembros del colectivo LGTBI. Ya saben, amiguinos y amiguinas, ni piquitos, ni manitas, ni abrazos cariñosos.

Curiosamente a Rubiales el famoso piquito no consentido a Jenni Hermoso le costó el cargo, el suculento sueldo y las estupendas dádivas. En Arabia, a lo mejor, le costaba una sesión extrema de BDSM a golpe de látigo de siete colas o un billete solo de ida al más allá. Vayan ustedes a saber. Aunque lo que preocupa a los de siempre es la acumulación de derbis madrileños que se les viene encima a los de la capital. Y sin olvidar la nueva temporada del culebrón Mbappé que ya tenemos encima. Eso sí que es un castigo de los duros, ¿oyisti, güey?

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