En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: De tabernas y Rubiales

El impulso que le quieren dar a sus plantillas en este mercado el Sporting y el Oviedo y las explicaciones sobre el "caso Rubiales" de un asturiano que lo vivió y sufrió desde dentro

Jenni Hermoso, Enríquez Negreira y Luis Rubiales

Jenni Hermoso, Enríquez Negreira y Luis Rubiales / LNE

Pablo González

Pablo González

Pinta que los dos grandes de la madreñina van a por todas en este mercado de invierno que se abrirá en plena resaca de las uvas. Los azules tirarán la casa por la ventana y los rojiblancos buscarán acertar con las salidas y la llegada de otro «9». Será el tiempo y, ante todo, la pelota los que dictarán sentencia sobre si hubo buen ojo a la hora de fichar.

Por lo demás, en Gijón, y dentro de la categoría de «cualquier tiempo pasado siempre fue mejor», uno de los presidentes de las agrupaciones de peñas del Sporting se queja en estas páginas de que la familia orlegiana no les da bola. Jorge Guerrero dispara contra todos, hasta le pega un palo a Joaquín, y deja alguna frase gloriosa, como la de que ha pasado más tiempo con el tito Floren que con Irarragorri.

Y como estos días son los del regreso a casa de los hijos e hijas pródigos, pues entrevista, y también en estas páginas, a Pablo García Cuervo, el praviano que durante varios años fue el jefe de comunicación del honesto Rubiales. PGC da su versión sobre cómo se vivió desde dentro la carrera sin retorno que inició el que fuera su jefe tras liarla parda con el beso no consentido a Jenni Hermoso, la celebración taberno-prostibularia en el palco y todo lo que vino después.

Unas explicaciones que no vienen mal para cerrar el año y tener algo más de luz sobre el que, junto al escándalo Negreira, fue el caso que le ha pegado un viaje al «fúrgol» español como nunca se recuerda. Y lo que está por venir seguro que promete, ¿oyisti, güey?

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