En territorio comanche

La opinión tras el derbi: Un día te quitan y otro...

El Sporting puso el gol y el Oviedo el fútbol el día en que se conoció el proyecto para el nuevo Molinón

Aficionados del Sporting y el Oviedo

Aficionados del Sporting y el Oviedo / LNE

Pablo González

Pablo González

El Sporting puso el gol y los puntos y el Oviedo el fútbol. El derbi cayó, por fin, del lado rojiblanco no se sabe ya cuánto tiempo después de unos años de abrumador dominio azul. Nueve derbis llevaban los inquilinos de El Molinón sin alzar los brazos en señal de victoria. El golazo de Nacho Méndez, que puede ser el más rápido en la historia de los partidos de máxima rivalidad regional, obligará a la hija de Luis Carrión, que afirmó tras la derrota que no hubiera dejado celebrar mucho la victoria en caso de haber ganado, a tener que sufrir las pullitas de sus compañeros de alma rojiblanca. Aunque la criatura podrá poner sobre la mesa las dos polémicas decisiones del VAR, que un día te quita y otro te da. Es la vieja historia de siempre. Los árbitros son muy malos si no pitan a favor de obra y muy malos si te la lían.

Lo cierto es que al Sporting le bastó con un cuarto de hora para llevarse el partido. Luego estuvo corriendo detrás del balón en muchas fases del partido, pero el Oviedo no fue capaz de ver puerta. Para el saco de las anécdotas se quedará el gol cantado que Mario González no quiso meter para cerrar el partido y estrenarse a lo grande como realizador de los de MAR. Menos mal para los locales que al final no hubo que echarlo de menos. Ahora lo que no puede pasar es que el subidón y la fiesta acaben con una depresión, que ya sabemos, amiguinas y amiguinos, lo que ocurre después de ganar un derbi. Quizá fuera fruto de la euforia, pero Ramírez ya eleva la vista y, esté o no esté él, ya ve más cerca Primera División que Primera Federación.

Por lo demás, la fiesta comenzó por la mañana con la presentación del proyecto para El Molinón 2030. En el club están convencidos de que Gijón será sede y restan importancia a que Barbón y Moriyón no se dejaran ver por la casa hasta la hora del partido, ya que habían convalidado el "curso" mundialista con la firma del protocolo de intenciones rubricado el jueves. Así que todo OK, José Luis, ¿oyisti, güey?

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