Opinión | Fútbol es fútbol

La opinión de Antonio Rico: Vecinos ruidosos, derivas femeninas e ideas domingueras

1. Mi vecino del quinto.

Kant decía que comer solo es malo, así que al filósofo le gustaba invitar a amigos siempre en un número prudente: menos que las Musas (nueve) y más que las Gracias (tres). En una ocasión, Kant envió a su criado Lampe a que invitara a un desconocido que pasaba por la calle para compartir con él su comida. ¿Ver un partido de fútbol solo es malo? ¿Deberíamos invitar a amigos a compartir nuestro sofá para ver un partido? ¿Y a cuántos amigos? ¿Menos de nueve y más de tres, como proponía Kant con los invitados a una cena? A los futboleros nos gusta ver el fútbol en compañía de otros futboleros (la cara de acelga que ponen los no futboleros cuando ven un partido les incapacita para disfrutar de los "lances del juego", como dicen los clásicos), pero lo cierto es que los futboleros, como el Liverpool, nunca caminamos solos. Es como ver "Casablanca" en TCM sabiendo que hay otros muchos espectadores en otros sofás imitando los contenidos gestos de Rick en su Café: los culés, los béticos o los colchoneros saben que hay otros culés, béticos y colchoneros cabeceando un balón de forma imaginaria o dando una patada al aire. Pero estas líneas van dedicadas a mi querido vecino del quinto, que grita los goles del Barça como si no hubiera un mañana ni otros vecinos en el edificio. Nunca estaré solo mientras a mi vecino del quinto le guste el fútbol.

2. La deriva continental y Reagan.

Los partidos de fútbol femenino de Primera División tienen muchos menos espectadores que los partidos de fútbol masculino de Primera División, así que es imposible hablar de igualdad de ningún tipo porque el fútbol femenino es menos interesante, menos divertido, menos intenso y muchísimo menos emocionante que el fútbol masculino. Vamos a ver. Las correlaciones pueden ser verdaderas, pero no por eso demuestran una relación causal. Stephen J. Gould dice que las correlaciones no causales son la ruina de la inferencia estadística, de forma que podemos calcular una correlación espectacular entre el incremento de la población mundial y el aumento de la separación entre Europa y América del Norte por efecto de la deriva continental, pero eso no demuestra que el incremento de la población sea causa de la deriva continental. Es cierto que los partidos de la Liga F tienen menos espectadores que los partidos de la LaLiga EA Sports (ese es el ridículo nombre oficial de la Primera División de fútbol masculino), pero eso no demuestra que el fútbol practicado por mujeres sea menos interesante, divertido, intenso y emocionante. Ronald Reagan dijo en el discurso inaugural de su presidencia que no creía en un destino que cae sobre nosotros hagamos lo que hagamos, sino en un destino que caerá sobre nosotros si no hacemos nada. El destino del fútbol femenino como un deporte minoritario y poco interesante caerá sobre nosotros si nosotros (aficionados, clubes, patrocinadores, medios de comunicación, organismos oficiales, centros educativos) no hacemos nada.

3. Ideas ficticias para el domingo.

El historiador israelí Yuval Nohah Harari sostiene que lo que hace únicos a los seres humanos es la posibilidad de crear entidades que no existen, que trascienden a la naturaleza. La medicina, la ciencia o la tecnología nos permiten combatir los desafíos que propone la naturaleza, pero sin la creación de ideas ficticias (naciones, leyes, religiones, Derechos Humanos) las sociedades complejas no serían posibles. Creo que el fútbol es una de estas ideas ficticias, aunque solo sea porque el fútbol nos permite enfrentarnos de una forma más eficaz a una deprimente tarde de domingo.

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