Opinión | Entre líneas

Dinámicas

Sobre el sufrido triunfo del Oviedo ante el Villarreal B y lo que queda de Liga

Si hay un dato del Oviedo de Carrión que me llama poderosamente la atención es que cuando pierde, siempre (y repito, siempre) se levanta y gana el siguiente partido. Me hace pensar que el equipo cree, que hay confianza en sus propias posibilidades y que tiene personalidad, entre otras cualidades, todas ellas positivas.

Una situación que años atrás resultaba difícil de ver era que el equipo ganase no estando bien, porque no nos engañemos, seguimos en una dinámica de juego lejana a la de las mejores tardes, situaciones y rachas que todos los equipos atraviesan en momentos puntuales de la temporada y que pese a estar inmersos en ella, mantiene al equipo bien colocado para afrontar la recta final del campeonato, en disposición de luchar por todo lo importante.

Y este no es un asunto menor. Se ganó, y como se suele decir, ahora es lo importante, a lo que yo añado: ¿En algún momento no lo es? Pues eso, que se ganó, en plena celebración del cumpleaños del club y con una entrada, exenta de aficionados visitantes, espectacular.

El Tartiere suma, y así debe seguir siendo en los cuatro partidos como local que aún restan. El equipo aprovechó un regalo groguet para adelantarse y trató después de practicar el noble arte futbolístico de nadar y guardar la ropa sin mucho éxito, por el buen pie de los visitantes y por ceder excesivos metros. Demasiadas concesiones defensivas para un equipo que va ganando, y al que solo una gran arrancada de Viti, con toque final de un renacido Alemão, ponía la calma de cara al segundo acto.

Después el equipo estuvo mejor, pero en el tramo final pareció apreciarse la sensación de cansancio en varios jugadores azules. Leo Román brilló con alguna intervención, tan vital como vistosa. Que el portero sea decisivo suele asociarse a un síntoma negativo, pero que pregunten a la vera del Paseo de la Castellana cómo ganaron el más prestigioso título mundial de clubes.

Todos juegan. El equipo debe volver a encontrar su mejor versión, ayudaría mucho a la consecución del objetivo final, pero el fútbol es tan grande en buena parte por su misterio.

Muchas veces, haciendo las mismas cosas, las rachas van y vienen sin que haya, aparentemente, una explicación razonable. ¿Os imagináis ganar el viernes en Elche? Ya lo decía Pablo Picasso: que la inspiración nos encuentre trabajando. A por ellos.

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