Contrueces venera a la histórica patrona de Gijón: "La Virgen lo es todo"

El arzobispo Sanz Montes oficia por primera vez una celebración cargada de sentimiento y reivindicación

El barrio de Contrueces celebró ayer su día grande con la veneración a su Virgen, histórica patrona de Gijón, de la mano del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, que ofició por primera vez la misa en el santuario de Santa María de Contrueces. Una cita con mucha emoción y a la que acudieron más de dos centenares de personas en medio de una soleada mañana cargada de sentimiento. "La Virgenpara mí lo es todo", reconocía a la salida de la eucaristía, entre lágrimas, María Antonia González, de 95 años y vecina del barrio desde hace medio siglo.

La celebración –siempre el domingo siguiente al día de Begoña, actual patrona de Gijón– comenzó con una misa a la que acudieron varios misioneros claretianos, que guían el templo, y continuó con una procesión alrededor del santuario. La rifa del "ramu" puso la guinda a una celebración de fe y devoción en la que el grupo folclórico "Xolgoriu" puso la parte más artística, con bailes y canciones.

Por la izquierda, Sanz Montes, durante la misa;  el grupo folclórico «Xolgoriu», y feligreses a la puerta del santuario, con el «ramu». | J. P.

El grupo folclórico «Xolgoriu». | J. P.

La escena era de aforo completo. Una imagen de nueva normalidad. Mientras el Arzobispo oficiaba la ceremonia, en la que pidió por todas la mujeres, con la Virgende Contrueces como referencia, los feligreses trataban de encontrar un hueco para seguir el oficio. No cabía un alfiler. Por el lateral derecho, incluso, había alguno sentado en sillas plegables y en la entrada varios optaron por seguirla de pie. Otros tantos se quedaron escuchando desde la lejanía en el prao exterior del templo. Durante la homilía, Sanz Montes, dedicó unas sentidas palabras por la detención del obispo Rolando Álvarez en Nicaragua: "Es un acoso y derribo de un gobierno sin esperanza". Además, en una línea igual de reivindicativa, el Arzobispo, al igual que varios de los más asiduos, sacaron un hueco para invitar a los asistentes a "acudir a la misa también los domingos" y "no solo el día de la fiesta". "Si no hay quien se implique, esto se cae", apuntó Jesús Sanz Montes en relación a la continuidad de la veneración a la Virgende Contrueces.

En plena pandemia la celebración no se paralizó, pero sí sufrió limitaciones de aforo y la supresión de la procesión y la rifa del "ramu". "Este año, por fin, se recupera la tradición al completo", celebró Ana Rodríguez, una de las devotas más implicadas en la causa, quien compartió el discurso con el Arzobispo al insistir en que la afluencia de ayer "es muy positiva", pero "también lo sería que viniera más gente todos los domingos". "Este santuario tiene la devoción de generaciones, un valor histórico para comprender cómo fue Gijón ahora y fue. Por eso hay que hacer todo lo posible por mantenerlo, para lo que se necesita un mínimo de dinero", manifestó durante su intervención Rodríguez.

En la parte final de la eucaristía también participaron los integrantes más jóvenes del grupo folclórico "Xolgoriu", bailando en el interior del santuario de Santa María de Contrueces antes de comenzar la procesión. La que encabezó la comitiva fue María del Carmen Rodríguez, de 85 años. Ella se define como "la portera del santuario". "Es un lujo que venga tanta gente. Queremos que sepan lo que es esto. Muchos no lo conocen y no saben lo que se pierden", aseguró, reconociendo que celebró por todo lo alto la presencia del Arzobispo: "Para nosotros es todo un lujo que venga".

Contrueces venera a la histórica patrona de Gijón

Feligreses a la puerta del santuario, con el «ramu». | J. P.

A María del Carmen Rodríguez le siguieron tanto devotos como sacerdotes durante una procesión que dio la vuelta al santuario con el himno de Asturias de fondo, a cargo del grupo folclórico "Xolgoriu". Una vez terminado el recorrido, se procedió al sorteo de la cesta con el "ramu". La agraciada, con el número 315, fue precisamente María Antonia González. "Tenía 25 papeletas", reconocía la vecina, de 95 años, a la que gran parte de los asistentes fueron reconociéndole la suerte. Aunque no era la primera vez que resultaba agraciada, ya que hace tres años le volvió a tocar. Entre tanta alegría, al hablar de la Virgen no se pudo contener las lágrimas: "Lo es todo para mí". La cesta que ganó –además de los tradicionales alimentos– estaba decorada con una orquídea artificial, papeletas de lotería y un vale para compra de ropa, entre otros productos. María Antonia González quiso compartir su suerte con el resto de devotos, repartiendo los panes y las chucherías del "ramu" entre los asistentes.

Por su parte, María José Arboleya es la presidente grupo folclórico "Xolgoriu", quienes deleitaron a los cientos d asistentes con varios bailes al término de la procesión. "Llevamos muchos años vienen, como unos 30 años. Durante los dos años de pandemia hicimos un esfuerzo por no dejar el vacío, ya que para nosotros esto supone mucho", destacó Arboleya. A su lado, Pablo Luna, de 15 años; y Judit Luna, de 20, celebraron la recuperación íntegra de la celebración. "Es un placer volver a bailar y participar en la misa", apuntaba la joven, también integrante del grupo folclórico que amenizó un encuentro anual cargado de simbolismo y reivindicación en honor a la que muchos siguen considerando "la patrona de Gijón".

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