Pasión por el cine, con récord de recaudación en el Festival de Cine de Gijón

José Antonio Fernández y María Jesús Gómez esperan los primeros en la cola para ver en las salas Ocine la película "La estrella azul". Es un ritual diario para ellos durante el Festival de Gijón. "Vemos mínimo una peli al día. El nivel es muy bueno", destacan. Esta apreciación se repite a lo largo de una larga fila que día tras día aparece en estos cines del centro de la ciudad, al igual que en el resto de espacios que acogen las proyecciones. La 61.º edición del festival es la de la confirmación del éxito. La última edición, marcada ya por el retorno a la normalidad, aún se vio alterada por las secuelas de temor heredadas de la pandemia. Pero este año, con el covid sepultado en el olvido, la fuerza del público se aprecia en la recaudación. Tras el primer fin de semana ya se han superado los 100.000 euros en taquilla (concretamente 116.000), lo que supone mejorar de largo el total de la edición anterior, que fue de 95.500 euros entre venta de entradas y bonos.

En 2022 el total recaudado ascendió a 103.000 euros, incluyendo los pases completos y la recaudación de Filmin. Este año el FICX lleva recaudados 116.000 euros, de los cuales 106.000 entraron por taquilla y 10.000 por la vía de los 200 pases vendidos, entre completos, de joven y de profesional.

"Llevamos unos 18 años viniendo al FICX. Es una cita que nunca nos perdemos", cuentan Fernández y Gómez, que consideran el festival como un evento clave para la ciudad. "No entendemos que algunos políticos no lo quisieran", destacaron, antes de añadir cómo se organizan para seleccionar sus proyecciones preferidas: "La clave es cuadrar la agenda, las horas y que haya disponibilidad. Buceamos para encontrar cosas diferentes y también nos fijamos en las críticas". Este año, entre lo que han visto, José Antonio Fernández se queda por el momento con la película finlandesa "Fallen leaves", dirigida por Aki Kaurismäki, mientras que a María Jesús Gómez le llegó más "Anatomía de una caída", dirigida por Justine Triet.

El Festival Internacional de Cine de Gijón crece en adeptos. Y ese se nota porque no solo los fieles se dejan ver por los diferentes espacios de las proyecciones. Álvaro Braña, David Quesada y Nicolás Martínez son tres jóvenes que ayer fueron a disfrutar de su primera película. "No vinimos antes por disponibilidad y porque no nos cuadraba nada que nos gustase. Pero intentamos pasarnos siempre por al menos una. A los jóvenes también nos interesa el festival", subrayaron desde sus butacas.

El miércoles se estrenó en esta edición del FICX Miguel Ángel Forcelledo, que lo hizo acompañado de Yolanda Guayo. "Seguro que vendremos a más proyecciones antes de que acabe", indicó Forcelledo, que eligió "La estrella azul" por un motivo claro: "Quiero ver más las que están dobladas que con subtítulos, no las disfruto tanto, cuesta más seguirlas".

Los cinéfilos preparan su agenda desde que se conoce el programa. Y disfrutan en la sala como si estuviesen en el salón de casa. Es el caso de la madrileña Blanca Alonso, que se aloja unos días en la ciudad para disfrutar al máximo del evento. "Vengo con un grupo friki, que nos encantan los festivales. En Vallladolid por ejemplo se tocan temáticas más sociales, aquí es todo muy diferente y variado", explicó, antes de seleccionar "Àma Gloria" y "Fallen leaves" como sus preferidas.

De Gijón, Lucía y Elisa Rodríguez, integrantes de un cine fórum, intentan llegar al máximo de propuestas. "Hay veces que vamos con la lengua fuera para ver más de una película al día", reflexionan. "Hay algunas realmente maravillosas, ha subido el nivel respecto a otros años. Disfrutamos mucho el FICX", añaden, móvil en mano, para enseñar sus entradas en el acceso, dentro de la digitalización que también se nota en el festival. "Lo de traer las entradas en mano impresas ya no lo hacemos, aunque a muchos es algo que les sigue gustando", concluyen.

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