El aula magna homenajea a Casares, Bueno y Alarcos, "tres pilares de la Universidad española"

La Asociación de Licenciados y Doctores Españoles en EE UU despide su congreso en Oviedo nombrando socio de honor al musicólogo

Por la izquierda, Aurelio Martínez Seco, Gustavo Bueno Sánchez, Nuria Blanco, Emilio Casares, María Encina Cortizo y Ramón Sobrino. | E. P.

Por la izquierda, Aurelio Martínez Seco, Gustavo Bueno Sánchez, Nuria Blanco, Emilio Casares, María Encina Cortizo y Ramón Sobrino. | E. P. / E. Peláez

El musicólogo Emilio Casares, el filósofo Gustavo Bueno y el filólogo y lingüista Emilio Alarcos Llorach recibieron ayer el homenaje de la Asociación de licenciados y doctores españoles que ejercen su profesión en Estados Unidos (Aldeeu), que celebra en Oviedo su 42.º congreso internacional. El acto se desarrolló en el aula magna de la Universidad, en la última jornada del encuentro organizado en colaboración con la institución académica.

Emilio Casares muestra la placa, con Teresa Anta San Pedro y Aurelio Martínez Seco a su lado. | E. P.

Emilio Casares muestra la placa, con Teresa Anta San Pedro y Aurelio Martínez Seco a su lado. | E. P. / E. Peláez

El reconocimiento a "tres pilares de la universidad española que ejercieron su magisterio en Oviedo" finalizó con el nombramiento como socio de honor de la asociación promotora de Emilio Casares. Teresa Anta San Pedro, presidenta de Aldeeu, le entregó la placa al catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid en una ceremonia a la que asistió el presidente de la Fundación Gustavo Bueno e hijo del filósofo, Gustavo Bueno Sánchez, y en el que se leyeron unas palabras de Miguel Alarcos, hijo de Emilio Alarcos Llorach y profesor de la Universidad de Oviedo, que no pudo acudir al acto.

Casares, que previamente ofreció una conferencia, aseguró: "Siempre he estado muy vinculado a esta ciudad, es el lugar al que más me gusta viajar". Fue la universidad "en la que me formé" y "donde pasé los años más felices", dijo.

El fundador del Instituto Complutense de Ciencias Musicales recibió la distinción después de que Ramón Sobrino, catedrático de Musicología de la Universidad de Oviedo y alumno de Emilio Casares, glosase su figura. "Ha contribuido de forma decidida a la implantación de las disciplinas musicológicas en el ámbito universitario, restaurando la vinculación entre la música y la Universidad que había existido durante muchos años", comentó.

Natural de la comarca del Bierzo (León), estudió en la Universidad de Oviedo, donde también fue docente. "Han salido muchos profesores que son catedráticos en diferentes universidades con el magisterio de Emilio Casares", añadió Sobrino, que hizo hincapié en su extensa obra y a sus destacadas investigaciones. Otro de sus alumnos, Gustavo Bueno Sánchez, al que dio lecciones de Historia del Arte, resaltó que su padre llegó a Oviedo en 1960 para dar clase "y lo hizo decidido a quedarse". "Aquí se sentía tranquilo, fuera del mundanal ruido y trabajando", señaló, antes de destacar su "importante ritmo de publicación de libros desde 1968".

Miguel Alarcos destacó de su padre que "fue un humanista poliédrico, no solo un filólogo pleno, sino también un intelectual del siglo XX". María Encina Cortizo, catedrática de musicología de la Universidad de Oviedo, se encargó de trasladar las palabras del profesor de Filología de la Universidad de Oviedo sobre Emilio Alarcos Llorach, que concluyeron con la lectura de un poema relacionado con América, escrito en los años 50. El acto de homenaje a Emilio Casares, Gustavo Bueno y Emilio Alarcos fue presentado en el Aula Marga de la Universidad por Aurelio Martínez Seco, fundador y director de la revista de música clásica Codalario.

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