Opinión | Crítica / Danza

Juego de reflejos sin más

El Festival de Danza Oviedo abrió con “Casablanca” del Scapino Ballet de Rotterdam, inspirado en la famosa película protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. Una de las mayores cualidades de Hollywood es la elaboración de sus guiones. Ahí está la clave de muchos de sus éxitos. De una simple historia o anécdota logran armar verdaderas maravillas. Así ocurrió con esta cinta, premiada con Oscars a la mejor película, dirección y por supuesto, al mejor guion adaptado.

Precisamente la producción de los holandeses no destaca por el guion ya que no existe un relato explícito de la trama ni tampoco sigue una estructura narrativa. Durante toda la función únicamente se siente el espíritu del filme cuando escuchamos “As Time Goes By” o algunos fragmentos de los diálogos. Nada de lo que se ve en el escenario recuerda la trama de la película, por lo tanto, si nos atenemos a esto, y por usar un juego de palabras, el espectáculo lo mismo se podría titular “Casablanca”, ciudad al oeste de Marruecos, que “Despacho oval”, oficina al oeste de la Casa Blanca o cualquier otra ocurrencia nos valdría.

Todo es como un juego de reflejos sin mucho interés en el que el espectador puede imaginar libremente lo que desee ya que es una versión muy subjetiva del coreógrafo Ed Wubbe, que destaca por su abstracción con una puesta en escena reducida a lo esencial o más bien despojada de todos los elementos y símbolos ya que no se observa ninguno de los rasgos característicos que otorgan naturaleza y tono a la película ni se reconoce a ninguno de los protagonistas.

La escenografía se compone de una gran plataforma redonda giratoria y en el fondo una rampa que cruza el escenario de un lado a otro. Su gama cromática es reducida prácticamente al blanco, beige y negro. Creo se le da demasiado énfasis a la percusión musical bereber.

La danza o más bien los movimientos son reiterativos y tajantes con elementos acrobáticos. Más que al baile, se le otorga protagonismo a un aluvión de contracciones, gestos corporales y juegos por el suelo con impulsos psíquicos y acentos dramáticos.

Suscríbete para seguir leyendo