"La subida de la luz nos engulle por mucho que ahorremos", alega el Rector de la Universidad por el recorte en ciencia

Villaverde garantiza que la investigación salvará el recorte, que afecta a publicaciones o congresos, y anuncia cierre de centros en Navidad

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, quiso lanzar ayer un mensaje de tranquilidad a la comunidad universitaria sobre el alcance de los recortes presupuestarios en partidas como investigación y docencia a los que ha obligado la subida del gas y la electricidad. «Estamos buscando por todos los medios que las medidas de ahorro tengan muy poco impacto en la actividad docente e investigadora, que se limiten únicamente a lo confortable de los espacios», manifestó. Ni equipamientos apagados ni investigaciones interrumpidas: «Nada de eso se va a ver afectado», aseguró.

El Rector añadió que al «reducir drásticamente el presupuesto para el plan propio de investigación no estamos parando ninguna actividad investigadora». Para lo que sí servía ese dinero era para reforzar y apoyar las líneas que ya estaban en marcha con publicaciones, congresos y otras acciones similares. «En profesorado también hemos hecho recortes, pero eso no nos ha impedido seguir sacando plazas y garantizar el normal funcionamiento de la Universidad», añadió. Ayer, el consejo de gobierno aprobó la convocatoria de 20 plazas de profesorado por la vía de estabilización. «El ahorro en energía no va a limitar nuestra actividad docente ni investigadora», prometió el Rector, y, quitando hierro al asunto, comentó que por ahora solo supondrán que «habrá que ir más abrigaditos» a la Universidad.

«Recortar en investigación va en detrimento de la calidad y no es rentable»

José Antonio Vega

— Decano de Medicina

«Por mucho que nosotros tratamos de ahorrar los precios de la energía siguen subiendo y engullen todo el esfuerzo que hacemos», admitió el Rector. «Hemos arañado dinero en todos los programas de todos los vicerrectorados, lo único que no hemos tocado ha sido centros y departamentos, como habíamos prometido y seguiremos haciendo en 2023», explicó.

En 2022 la Universidad tuvo que rehacer su presupuesto para afrontar el coste de la energía; ahora, para 2023, el equipo rectoral ha diseñado el presupuesto teniendo en cuenta esa variable. El Principado está al corriente de los problemas de la Universidad para hacer frente al gasto energético «desde el minuto uno» y en la negociación del próximo contrato-programa ya se contempla.

«La Universidad no tiene otro remedio y todos tenemos que capear el temporal»

Javier de Cos

— Director del ICTEA

El equipo de gobierno de la Universidad manejaba este escenario desde el pasado mes de abril y las previsiones «se han confirmado y han empeorado». En 2019, año que Villaverde toma como referencia, la factura anual de luz y gas de la Universidad ascendía a dos millones y medio de euros, en 2022 llegará a los siete millones y en 2023 cuenta que se incremente hasta los once.

El próximo consejo de gobierno decidirá las medidas de la segunda fase del plan de ahorro energético. De momento, esta próxima Navidad cerrará toda la Universidad, como el pasado mes de agosto, concretamente la última semana de diciembre y la primera de enero. Se estudiarán limitaciones de horarios y el cierre de edificios los fines de semana. El Rector reconoció que afrontan «con preocupación la llegada de la temporada de encendido de la calefacción».

«Los presupuestos deben revisarse al alza, los rectores no pueden hacer milagros»

Juan Vázquez

— Exrector

Ignacio Villaverde explicó que la Universidad de Oviedo está aplicando el plan de ahorro energético por fases que acordó el G-9, el grupo formado por las universidades de Oviedo, Cantabria, País Vasco, La Rioja, la Pública de Navarra, Zaragoza, Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura. Oviedo está en la primera fase, la más leve, como la mayoría, pero otras, Baleares o Zaragoza por ejemplo, han tenido que adoptar medidas «durísimas» como el cierre de edificios y la concentración de actividad. El plan del G-9 va en la misma línea de los acuerdos adoptados hace 15 días por la CRUE, la Conferencia de Rectores y Universidades.

La directora general de Universidad del Principado, Cristina González-Morán, confía en que la Universidad de Oviedo «sabe cómo administrar sus recursos para hacer frente a situaciones extraordinarias» y adelanta que «estamos trabajando en un nuevo contrato-programa, que va a dotar de estabilidad presupuestaria y garantizar la suficiencia financiera de la institución».

«Hay un dinero determinado: si se gasta en una cosa no se puede invertir en otra»

Susana Fernández

— Decana de Química

La comunidad universitaria, en general, hace frente a la contingencia energética con aplomo. El economista Juan Vázquez, profesor emérito y exrector, considera que «hay por delante un gran reto para las administraciones públicas: para no hacer recortes en sanidad o educación los presupuestos deben revisarse al alza y ampliarse, los rectores no pueden hacer milagros».

Salvador Ordóñez, catedrático de Ingeniería Química y exdirector de área de Investigación, entiende que el recorte en el plan propio de investigación «no debería tener un gran impacto sobre el funcionamiento de grupos de investigación consolidados, donde la financiación se realiza a partir de proyectos de planes regionales, nacionales o europeos, así como de contratos de investigación con empresas; sin embargo, este recorte puede lastrar el desarrollo de pequeños grupos de investigación, emergentes o investigadores que realicen su actividad en áreas con financiación más deficiente».

«El recorte puede lastrar a los pequeños grupos de investigación»

Salvador Ordóñez

— Catedrático de Ingeniería Química

Susana Fernández, decana de la Facultad de Química, acepta que «hay un dinero determinado y si se gasta en una cosa no se puede invertir en otra». «En la Facultad de Química todos hemos colaborado y somos uno de los centros que más ha bajado la factura de la luz», añadió. Javier de Cos, director del ICTEA, el Instituto de Ciencias y Tecnologías Espaciales de Asturias, entiende «que la Universidad no tiene otro remedio y todos tenemos que capear el temporal». Sus proyectos, financiados a cargo de la Unión Europea, no corren peligro pero también supone que grupos pequeños, que están empezando, pueden tener dificultades para publicar o traer investigadores.

«El nuevo contrato programa dará suficiencia financiera a la institución»

Cristina Glez.-Morán

— Directora Gral. de Universidad

José Antonio Vega, decano de Medicina, opina que «cualquier recorte en investigación es un desastre». «La mayor parte de los proyectos de investigación dependen de los fondos que consigamos cada uno, pero las infraestructuras también se resienten», indicó y añadió que «nunca ningún equipo de gobierno de ningún estamento recortaría en investigación porque va en detrimento de la calidad y socialmente no es rentable».

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