Villandás (Grado),

Lorena VALDÉS

Los vecinos de Santa María de Villandás (Grado) se han unido para que los difuntos de la parroquia tengan el descanso eterno que se merecen. El cementerio presenta un estado de deterioro muy avanzado y para hacer frente a este abandono los propietarios han formado una comisión cuya finalidad es llevar a cabo una reforma integral del camposanto que cuenta actualmente con 107 sepulturas compuestas cada una de ellas por una batería de tres nichos.

Para llevar a cabo la actuación, que incluye el desescombro y limpieza de todo el cementerio, la realización del saneamiento y de la evacuación de aguas, el hormigonado integral de todo el recinto, la reparación de la capilla y de las grietas existentes y la colocación de una barandilla entre otras mejoras, cada propietario deberá aportar 145 euros para conseguir una recaudación total de 15.515 euros, una cifra suficiente para hacer frente al presupuesto total de la obra.

Los vecinos tienen constancia de que «la primera gran reforma del cementerio se llevó a cabo en el año 1901, ya que esta fecha consta en la puerta de acceso al recinto, y que el anterior camposanto debía de ser muy pequeño y que posiblemente una gran parte de los enterramientos se realizasen en la iglesia, pues así lo atestiguan la gran cantidad de restos aparecidos en la misma en las últimas obras de rehabilitación llevadas a cabo entre los años 1996 y 1997».

La segunda reforma y ampliación con la construcción de los modernos nichos se inicia en el año 1956 con el párroco Arturo González Barrientos, quien después ejercio su cargo en la parroquia de Valduno hasta su fallecimiento. Esta ampliación no se concluyó y fue después rematándose en diferentes fechas y con distintos párrocos, lo que conllevó, según los propietarios, «un crecimiento desordenado del espacio que hoy en día tiene díficil solución». «Pese a ello ahora se pretende una reforma que permita una mayor comodidad y decoro de todo el recinto», explican desde la comisión.

El principal objetivo es localizar a los propietarios de las sepulturas que viven lejos para poder ponerles al corriente del proyecto. «Los ingresos deberán hacerse antes del 20 de diciembre de este año en la cuenta de Cajastur 2048-0020-75-3404001309», detallan los promotres de la iniciativa.