Multitudinaria despedida y homenaje de las ambulancias en Nava a Gento Paniceres, fundador de Transinsa

De su "tesón y atrevimiento" nació una empresa referente en el transporte sanitario en toda España

La voz de su nieto puso palabras y sentimiento al último homenaje que recibió este sábado en la iglesia parroquial de Nava Gento Paniceres, el taxista de cuyo «tesón y atrevimiento» nació una empresa referente en el transporte sanitario en toda España, Transinsa. Cuando las palabras de Ángel Paniceres flaquearon, presa de la emoción, el aplauso espontáneo de los que llenaban el templo naveto de San Bartolomé se convirtió en la extensión del pésame de «los miles de personas» que han arropado desde este viernes pasado a toda la familia, según agradeció su hijo Carlos Paniceres poco antes del cierre del funeral, presidido por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes.

Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, agradeció el acompañamiento en estas primeras horas de duelo a una familia, dijo, que tuvo la suerte de poder disfrutar de «una prórroga de dos años y medio», en los que Onofre Argentino Paniceres convivió con una grave enfermedad que le tocó afrontar, además, en plena pandemia del coronavirus. También quiso reconocer a los médicos y a las personas «poco conocidas» que hicieron más llevadera esta última etapa de su padre con un breve discurso que volvió a tener como colofón el emocionado aplauso de los presentes en el templo, que apenas una hora antes habían recibido al féretro en medio de un silencio impresionante, precedido por nueve ambulancias de Transinsa con luces azules bien visibles pero con las sirenas enmudecidas para no romper la solemnidad del momento de duelo y recuerdo.

La homilía corrió a cargo del Arzobispo, que tuvo palabras afectuosas para la viuda, Araceli Estrada, que tampoco dejó de estar al lado de Gento Paniceres en un momento tan difícil como el funeral por quien, más que marido, ha sido su compañero de vida. Sanz Montes aludió a los pensamientos que rondaban por la cabeza del escritor italiano Cesare Pavese poco antes de su muerte cuando, subrayó, «pese a no tener el don de la fe» dejó escrito que, aunque «nadie me ha prometido nada, mi corazón no sabe dejar de esperar». Más adelante compartió el sentido y significado que para él entraña acudir al cementerio de Madrid donde descansan los restos de sus padres, a los que perdió en su juventud. «Siempre hago tres cosas: les llevo flores, que es una forma sencilla y hermosa de decir gracias por tanto; recuerdo las palabras y gestos de mis padres, palabras que según pasa la vida se hacen más verdaderas y gestos que sencillamente recordarlos también te hacen más bueno. Palabras y gestos que no queremos olvidar para no traicionar el recuerdo. Y la tercera cosa que hago es una plegaria: rezamos unos por otros para sostenernos en la esperanza».

Sanz Montes cerró su prédica con unos versos de la madre Teresa de Calcuta: «Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo; enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida; enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Y sin embargo, en cada sueño, en cada vida y en cada vuelo quedará marcada la herencia que ellos te dejaron enseñándote a ser bueno». Unas palabras que el Arzobispo dedicó este sábado a la familia y allegados de Gento Paniceres: «Se os ha enseñado a volar, se os ha enseñado a vivir, se os ha enseñado a soñar. Esta es la herencia que en esta tarde reconocemos con inmensa gratitud en vuestro padre, en vuestro ser querido, en vuestro amigo, en vuestro paisano. Descanse en paz».

Si el funeral de cuerpo presente tuvo como preludio el homenaje con las ambulancias a cargo del personal de Transinsa, que cargó hasta el entorno del féretro con las coronas y ramos que acompañaron a Onofre Argentino Paniceres en su última singladura, el coro Samartino de Siero puso la calidez musical a lo largo de toda la eucaristía. Y es que la coral de Vega de Poja también quiso rendir su particular homenaje a uno de los suyos. «El matrimonio formado por Gento y Araceli venía a cantar con nosotros», comentaba una de las integrantes del coro al poco de finalizar la ceremonia, en la que tampoco faltó el ovetense José Manuel Fernández, «Guti», quien acompañó con su gaita la salida del féretro del templo naveto en otro momento de gran intensidad.

Especialmente emotivo resultó el mensaje final de su nieto mayor, Ángel Paniceres, quien destacó «el atrevimiento, el trabajo bien hecho, el luchar por lo que creías que iba a tener éxito, con ese gran afán que tanto te caracterizaba». También mencionó su ejemplo como «marido de Araceli, una mujer maravillosa, pilar fundamental que te acompañó en todas tus aventuras, tanto familiares como empresariales», y como padre de Ángel y Carlos, que «siguieron con el negocio familiar de ambulancias, con el mismo tesón que tú le ponías». Palabras que acabaron con «un beso» del que brotaron las lágrimas de un joven conmovido, que recibió el abrazo de su tío. Carlos Paniceres sumó a la lista de agradecimientos al Ayuntamiento de Nava y el Gobierno autonómico, representado en el funeral por el vicepresidente Juan Cofiño, que acudió acompañado de su mujer, la naveta Covadonga Zapatero.

«De comenzar con una ambulancia a una de las principales empresas de España en transporte sanitario. Está todo dicho. Es una vida de éxito, que ahora continúa con sus hijos, Carlos y Ángel, y su familia», valoró Juan Cofiño a la salida del funeral en la parroquia naveta de San Bartolomé, a la que también acudió Javier Vidal, quien fuera consejero de Sanidad en el gobierno preautonómico, entre 1980 y 1982. «Aunque mi consejería no tenía las competencias aún transferidas, conocí a Gento y a su mujer, Araceli, en aquella época. Un emprendedor nato que, pese a no tener estudios determinados, poseía una gran intuición para los negocios. Y supo dar continuidad a la empresa», comentó Vidal, que en la actualidad es concejal en Avilés.

 El presidente de la patronal asturiana de la hostelería y el turismo, José Luis Álvarez Almeida, también destacaba, a las puertas del templo naveto, la trayectoria de Gento Paniceres: «Es una persona que representa la honradez y el trabajo. Un hombre de familia, le gustaba volcarse en ella y así nos lo transmitía. Se trata de uno de los fundadores de la Asturias que tenemos hoy en día». Fernando Villabella, secretario general de la Cámara de Comercio de Oviedo, señalaba «la influencia que ha supuesto Gento en su hijo Carlos, que siente auténtica admiración y se siente heredero del espíritu luchador y bravo de su padre, su auténtico norte de vida». Y el ex jefe de Protocolo del Ayuntamiento de Oviedo, Enrique Fernández, no tuvo la más mínima duda al describir el legado que deja un emprendedor pionero: «Un trabajador infatigable, que además tenía buen carácter, y que formó una empresa referente en el mundo sanitario. Todo un personaje». 

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