Digitalización de la salud: entre el negocio y la mejora de la vida de las personas

Los expertos abogan por estrategias que eviten el "mercadeo" de datos sensibles y tengan en cuenta "el envejecimiento de la población"

Promotores y ponentes, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. De izquierda a derecha, Gabriel Cerra, Javier Fernández, David Benet, Fernando de Pablo, Carlos Paniceres, Javier Cuesta, Xavier Marfà y Jesús Galván. | Luisma Murias

Promotores y ponentes, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. De izquierda a derecha, Gabriel Cerra, Javier Fernández, David Benet, Fernando de Pablo, Carlos Paniceres, Javier Cuesta, Xavier Marfà y Jesús Galván. | Luisma Murias / Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

La digitalización de los servicios relacionados con la salud es un campo que está en plena ebullición en todo el mundo, que va a continuar creciendo de forma exponencial y que ofrece dos vectores complementarios: oportunidad de negocio y mejora de la vida de las personas. Así lo pusieron de relieve los expertos que ayer participaron en la jornada "Innovación para una digitalización en la salud global. Gobernanza de esa transformación, la administración y la colaboración público-privada", organizada por la oficina Acelera Pyme de la Cámara de Comercio de Oviedo y que tuvo como escenario el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

Jesús Atorrasagasti  y Gabriel Cerra ofrecen  una demostración  con gafas de realidad  virtual. | Luisma Murias

Jesús Atorrasagasti y Gabriel Cerra ofrecen una demostración con gafas de realidad virtual. | Luisma Murias / Pablo Álvarez

La pandemia de covid-19 constituyó un revulsivo obligado para la transformación digital de numerosos servicios, con particular incidencia en los sanitarios. A juicio de los especialistas, el desarrollo futuro de este proceso debe tener en cuenta "el envejecimiento de la población" y evitar el "mercadeo" de datos sensibles.

Parte del público que asistió a la jornada. | Luisma Murias

Parte del público que asistió a la jornada. | Luisma Murias / Pablo Álvarez

Abrió el acto Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, quien destacó la creciente aparición en Asturias de empresas biotecnológicas, "impulsadas por jóvenes emprendedores", y el influjo al alza de los polos biosanitarios. En el momento actual, en la región operan cerca de un centenar de empresas dedicadas a la innovación en salud. "Gracias a la digitalización se puede lograr una reducción de los costes, algo muy importante en el sector sanitario", precisó Paniceres.

Unas gafas de realidad virtual ayudan a formar a los médicos

Unas gafas de realidad virtual ayudan a formar a los médicos / Pablo Álvarez

En representación del Principado intervino el director general de Seguridad y Estrategia Digital, Javier Fernández Rodríguez, quien señaló que "la gestión del dato desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los servicios públicos". Asimismo, indicó que la innovación y la transformación digital que está en marcha "genera muchas expectativas, pero también algunas incertidumbres, y esto es aún más intenso en el sector de la salud". A juicio de Javier Fernández Rodríguez, "no debería ser necesario que llegue una pandemia para que se impulsen las relaciones de colaboración en el ámbito de la salud".

Javier Cuesta, concejal de Economía del Ayuntamiento de Oviedo, hizo hincapié en la fuerte presencia del sector biosanitario en la capital del Principado, y en el aliento que el gobierno local quiere imprimir a este ámbito de investigación y producción de servicios. En esta línea, animó a las empresas a exigir a las administraciones públicas una mayor agilidad en la respuesta a sus demandas: "Las empresas necesitan dinamismo y rapidez, y las administraciones somos más bien reactivas y lentas. Los choques son inevitables, pero en el sector sanitario es imprescindible la colaboración de los ámbitos público y privado. Lo privado debe entrar en lo público para impulsar la transformación que necesitan las administraciones públicas".

Fernando de Pablo Martín, director general de la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid, atesora una dilatada experiencia en diversas administraciones públicas. Entre otros destinos, durante 15 años trabajó en la Agencia Tributaria. En su ponencia efectuó un recorrido por la transformación digital de las entidades públicas y en varias ocasiones subrayó el objetivo último de cualquier cambio en los servicios públicos: "Que sean operativos para así mejorar la vida de los ciudadanos". De Pablo incidió en la imprescindible "colaboración entre las administraciones". En referencia a la dinámica política, puso de manifiesto la necesidad de que los procesos de innovación tecnológica "tengan continuidad", de manera que todos trabajen "sobre lo que otros han hecho antes, porque eso es lo que permite avanzar".

En relación a los fondos europeos destinados a la digitalización, Fernando de Pablo puso una máxima sobre la mesa: "Huir de las modas y el marketing, y centrarse en proyectos que sean sostenibles". Asimismo, instó a las administraciones públicas a planificar los servicios "en función del envejecimiento de la población", particularmente patente en comunidades autónomas como Asturias y Castilla y León.

También es amplia y variada la experiencia profesional del médico Jesús Galván Romo, vicepresidente de la Sociedad Española de Informática de la Salud, quien entró de manera más directa en el análisis de la digitalización de los servicios sanitarios. El doctor Galván destacó el valor de un patrimonio específico de la sanidad pública española: "Disponer de 40 millones de historias clínicas casi conectadas tiene un valor enorme". Eso sí, el darles operatividad entraña dificultades: "Existen más de 50.000 códigos diagnósticos y terapéuticos que hay que aplicar a cada caso".

Jesús Galván apostó por evitar el "mercadeo" de datos médicos y, como contrapartida, elogió a "las personas que son capaces de trabajar desinteresadamente por los demás", singularmente en el campo de la investigación en salud, y citó como ejemplo paradigmático a Carlos López Otín, catedrático de Biología Molecular de la Universidad de Oviedo.

Tras las intervenciones de corte teórico, el evento organizado por la Cámara de Comercio incluyó la exposición de tres experiencias de éxito en salud global. David Benet Ferrus, de Bayer España, detalló algunos proyectos de su compañía que están cosechando buenos resultados. Están enfocadas, respectivamente, a la oftalmología, la diabetes y la oncología. Esta última consiste en "una aplicación que guía al paciente para propiciar que su calidad de vida sea la mejor posible en función de la fase de la enfermedad en la que se encuentra". A juicio de David Benet, "las terapias digitales son un campo de futuro en todo el mundo".

Xavier Marfà Pons, responsable en España del área de farmacovigilancia del laboratorio Sanofi describió una herramienta, "Artemis", concebida para potenciar las notificaciones de reacciones adversas de medicamentos. Este tipo de comunicaciones por parte de los profesionales sanitarios y de los pacientes "aumentaron un 94 por ciento en un año, con motivo de la pandemia". Este dato desvela "una mayor sensibilidad de la población", subrayó Xavier Marfà. ¿Qué hace Artemis? Lee, extrae y procesa los datos, "y los convierte en un archivo XML con el formato necesario para notificar y comunicar el efecto adverso". Todo ello mediante "un formulario inteligente que puede utilizar cualquier persona".

Gabriel Cerra González, CEO de Immersive Oasis (IO), desgranó algunos aspectos de la corta vida de esta compañía ovetense nacida en el otoño de 2020, en plena pandemia. En el campo de la salud, IO ha generado aplicaciones en tres campos: formación para profesionales sanitarios, concienciación de pacientes y terapias de envejecimiento activo. Su producto más exitoso es una plataforma de realidad virtual, que ofrece contenidos visuales en 360 grados y experiencias interactivas. La intervención de Gabriel Cerra incluyó una demostración práctica con gafas de realidad virtual mediante las que se accede a una sala de hospital y que permite, por ejemplo, formar a profesionales y de la salud y estudiantes con unos costes inferiores a los que implicaría un desplazamiento físico a esos espacios de aprendizaje.