Entrevista | Miguel Ángel Revilla Roiz Presidente del Gobierno de Cantabria

"Hay indicios de que el presidente de Renfe es el culpable del desaguisado de los trenes"

"Lo más grave es el silencio cómplice del Ministerio durante dos años" l "Barbón y yo iremos a ver a la Ministra como si fuéramos una misma tribu"

Miguel Ángel Revilla, en una foto de archivo.

Miguel Ángel Revilla, en una foto de archivo. / Pedro Puente Hoyos

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, viajará el lunes a Madrid junto a su colega asturiano, Adrián Barbón, para reunirse con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, quien ha prometido darles explicaciones sobre el «Fevemocho», el escándalo provocado por la paralización desde hace más de dos años de la fabricación de 31 trenes de ancho métrico al resultar incompatibles las dimensiones deseadas por Renfe con las de los túneles de la red de Feve.

–¿Viaja en trenes de Feve?

–Alguna vez he hecho el recorrido Astillero-Santander. Hace ocho meses, en plan experimental, me fui a Bilbao por ver si había mejorado el tren con relación a 1961, cuando yo iba y venía los fines de semana. Recuerdo perfectamente que en 1961 el tren tardaba tres horas y cinco minutos, y el año pasado tardó tres horas y diez minutos. Está aún peor porque el tren es más viejo.

–¿Cómo se enteró del escándalo de los trenes?

–Lo leí en los periódicos.

–¿No tuvo información privilegiada?

–Para nada. Es más, hacía un mes que nuestro senador por Cantabria (José Miguel Fernández Viadero) había preguntado cómo iba la fabricación de los trenes y no recibió más que evasivas. No le dijeron la verdad.

Queremos billetes gratis hasta que haya trenes decentes con la llegada de las nuevas unidades, que no se cobre por un servicio inapropiado, deficiente y lento

–Entonces, ¿ya estaban ustedes recelosos?

–Sí, aunque yo pensaba que las primeras unidades estarían a punto de terminarse.

–¿Qué le parecen las explicaciones que les han dado?

–Todavía no nos han dado ninguna. Se supone que nos las darán el lunes al presidente de Asturias y a mí, que vamos allí como una piña, como si no fuéramos dos presidentes, sino uno, representando a las antiguas Asturias de Oviedo y de Santillana. Como si fuéramos una misma tribu, un mismo territorio. Allí no va a haber ninguna fisura porque él sea del PSOE, aunque el responsable del desaguisado también lo sea, y yo de un partido regionalista. Vamos unidos, que lo sepa la Ministra. Vamos a defender nuestros derechos, nuestro territorio.

–¿Le parecen suficientes los dos ceses que ha habido?

–Quiero que nos lo explique quien mejor lo tiene que saber, la Ministra, que ha tenido unos cuantos días para preparar la respuesta. Le hemos dado unos días de reflexión para que recabe datos... Pero ahora nos tiene que decir quién es el culpable máximo. Nosotros solo tenemos indicios.

Tienen que explicarnos quién es el culpable, dónde se originó este desaguisado, a qué hora y en qué momento se descubrió el pastel y quién se calló

–¿Qué indicios?

–Mi consejero de Obras Públicas (José Luis Gochicoa) me dice que ha hecho una averiguación, no solamente consultando a gentes del Ministerio que no son altos cargos, sino también a la empresa CAF. Según los datos que tiene, el responsable máximo sería el presidente de Renfe (Isaías Táboas). Pero nosotros vamos a Madrid sin tomar ninguna decisión, a la espera de que nos digan quién es el culpable, dónde se originó este desaguisado, a qué hora y en qué momento se descubrió el pastel, y quién se calló. Pero hay una cosa todavía más importante.

–¿Cuál?

–¿Cómo es posible que conociendo lo que ocurría hace dos años no se nos haya dicho nada? Es como si a la hora de comunicarlo el uno le dijera al otro: «Cuéntalo tú que a mí me da la risa». Da esa impresión. Es de una gravedad tremenda. Yo llevo desde 1995 adjudicando proyectos. Entre cientos y cientos de licitaciones, hubo algunas que quedaron desiertas por defectos de forma, porque la empresa no cumplía o porque el pliego tenía algunas carencias, pero rápidamente, en uno o dos meses, se volvía otra vez a licitar con las modificaciones oportunas. Pero lo que ha pasado aquí, ese silencio cómplice dos años y pico, va a ser muy difícil de explicar.

Aparte del castigo a los responsables tienen que darnos soluciones

–¿Y tras las explicaciones?

–Después de saber quién fue el que «mató la liebre», hay que saber qué van a hacer. En Cantabria y en Asturias estamos indignados. Aparte de castigo a los responsables tiene que darnos soluciones. Nos tienen que decir: cuándo se va a licitar la obra, cuándo van a empezar a construir los trenes, el plazo para entregarnos las primeras unidades y, naturalmente, tendrá que haber un dinero suplementario al inicial, porque ahora por 270 millones ya no hay nadie que te haga esos trenes, porque las cosas han subido más de un 30 por ciento.

–Pedirán también trenes gratis hasta 2026.

–Como compensación a gente que está utilizando un servicio inapropiado. Esto es como si vas a un restaurante, te dicen que te van a dar merluza y te traen congelado de fletán. Pedimos que los asturianos y los cántabros no paguen hasta que haya trenes decentes con la entrega de las nuevas unidades. Estamos soportando unas demoras enormes y falta de continuidad en el servicio. Me he enterado hoy de que hay un fondo importante a nivel nacional, de unos 400 millones, para compensar a algunas comunidades por los déficits de infraestructura y para amortiguar los precios. Queremos que se haga también con Asturias y Cantabria. Que no se cobre por un servicio deficiente y lento. A ver qué nos dicen.

–¿Y si les dicen que no?

–Pues que nos habiliten fondos para hacerlo nosotros de manera directa desde la comunidad autó­noma.

Entiendo que hay ‘dos nortes’: Asturias mira más hacia el Oeste, pero nosotros no estamos en ese lado del mapa, sino en el ‘hinterland’ de Bilbao

–¿Coincide con Barbón en que un cese de la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, sería muy negativo para Asturias y Cantabria?

–Lo único que puedo decir de Isabel Pardo de Vera es que con Cantabria se está portando de manera extraordinaria; por ejemplo, ha agilizado el AVE a Madrid y el estudio informativo del tren Bilbao-Santander. Salvo que sea la culpable, tengo de ella la mejor de las impresiones.

–Hay quien propone que As­turias y Cantabria asuman las competencias ferroviarias. ¿Ve posible asumirlas en condiciones adecuadas?

–Ah, en condiciones adecuadas. Soy un autonomista partidario de tener el máximo de competencias. Puedo demostrar que las cosas se llevan mejor desde el territorio que desde Madrid. Yo sé dónde están todos los baches de todas las carreteras. En Cantabria, las carreteras autonómicas están perfectas; están mal las estatales. Ahora bien, cuando hay que transferir algo, debe hacerse al coste del servicio en perfecto estado del revista. No me van a vender un coche con más de treinta años como si fuera nuevo. Me tienen que dar la transferencia con la inversión de reparación y puesta al día. En esas condiciones, sí, porque nosotros lo hacemos mejor.

–Está en marcha la tramitación del tren rápido Bilbao-Santander, ¿qué le parecería extenderlo hasta Oviedo?

–Bien, pero entiendo que hay «dos nortes»: Asturias mira más hacia el Oeste, mientras que nosotros estamos en el «hinterland» (zona de influencia) de Bilbao, porque estamos a 90 kilómetros. Además para nosotros es la conexión con la «Y» vasca y la salida al valle del Ebro y a Europa.

Claro que sería bueno un AVE Cantábrico, pero habría un problema muy gordo: en Euskadi y Asturias habría que hacerlo todo a base de túneles

–¿Por eso abandonó la Plataforma Atlántico Noroeste?

–Claro, porque nosotros no estamos en ese lado del mapa. Aquí tuve que explicarlo casi casa por casa, pero no hace falta hacer una carrera para saber eso. Yo tengo aquí los fines de semana a 300.000 vascos y trabajan 40.000 cántabros en Bilbao. Necesitamos una alternativa a la carretera, pero el tren, con tres horas diez minutos, no lo usa nadie.

–¿Está definitivamente descartado el AVE Cantábrico?

–Claro que sería bueno, pero tendría una complicación muy gorda. ¿Dónde encajas un tren rápido con la sierra del Cuera, que llega hasta el agua? Sería la de Dios. Hay un problema orográfico impresionante. Entre San Vicente y Castro Urdiales hay 40 kilómetros de llano, cosa que no pasa ni en Euskadi ni en Asturias, donde todo se tiene que hacer a base de túneles. Imagina la cantidad de plataformas que saldrían a protestar.

Suscríbete para seguir leyendo