Más perfil político en el Ministerio tras la limpia por el "Fevemocho"
La dimisión de Pardo de Vera la pedía más la oposición que el Gobierno en Asturias: para Barbón era una "aliada"
Marcos Palicio / Agencias
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana opta por los perfiles políticos para reemplazar a los dos altos cargos que dimitieron ayer por el escándalo de los trenes de Feve mal medidos. El departamento que dirige Raquel Sánchez escogió a Raül Blanco, exsecretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, para presidir Renfe en lugar de Isaías Táboas, y a David Lucas, actual secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, para reemplazar a Isabel Pardo de Vera al frente de la Secretaría de Estado del Ministerio. Los nombramientos fueron anunciados ayer, a la vez que las dimisiones de sus antecesores, y serán aprobados este mismo martes en el Consejo de Ministros
En el relevo de Táboas hay una evidente vocación de continuidad que mantiene la presidencia de la operadora ferroviaria pública en el entorno del Partido Socialista de Cataluña (PSC). Blanco, miembro de la ejecutiva, es una persona de la total confianza del ya expresidente de Renfe, toda vez que ambos compartieron funciones en la Generalitat de Cataluña entre 2007 y 2010, cuando el socialista José Montilla pilotaba el Gobierno y el ya expresidente de Renfe era director general de la Presidencia. Blanco había sido cesado el pasado mes de diciembre en la Secretaría General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del ministerio de Trabajo, tras el fiasco de la primera convocatoria del PERTE del automóvil. Precisamente el asturiano Francisco Blanco tomó su relevo en el cargo.
El nuevo presidente de Renfe es licenciado en Economía por la Universidad de Barcelona y posgrado en desarrollo local y regional y en inglés financiero. Su trayectoria profesional ha estado vinculada a la Universidad y a los departamentos de Industria de la Generalitat. En junio de 2018 dio el salto a Madrid para incorporarse a la secretaría general de Industria.
En la Secretaría de Estado de Transportes, mientras tanto, Asturias pierde a la que era, según llegó a asegurar el presidente de Principado, Adrián Barbón, "una buena aliada" para la región. El relevo de Isabel Pardo de Vera, ingeniera de claro perfil técnico, da pie a un ascenso dentro del propio ministerio. David Lucas Parrón, que hasta ahora ejercía como secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, es doctor en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid, especializado en Derecho Público del Estado, y máster en Política Territorial y Urbanística, especialidad Gestión Urbanística, y en Derecho Público, obteniendo el mejor expediente académico y el premio extraordinario. Cuenta con una amplia trayectoria política.
Ha sido senador por Madrid entre 2016 y 2019, alcalde de Móstoles, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, teniente-alcalde de Getafe, presidente de la delegación española en el Congreso de Poderes Locales y Regionales del Consejo de Europa y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como responsable de la implementación de la Agenda 2030 en los municipios españoles, entre otros cargos.
Isabel Pardo de Vera
Los trenes mal medidos de Asturias y Cantabria han acabado por llevarse por delante una cabeza que en Asturias pidió con más intensidad la oposición que el Gobierno. De Isabel Pardo de Vera Posada (Lugo, 1975) decía hace justo una semana el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado que era una interlocutora válida, que "desde su vuelta a la primera línea no ha dudado en venir y dar explicaciones". La hasta ayer secretaria de Estado de Infraestructuras había sido la señalada, en efecto, para viajar a dar en Asturias las explicaciones del 24 de enero por la crisis anterior del ferrocarril asturiano, que ahora parece muy lejana pero que fue hace menos de un mes a cuenta del enésimo retraso del AVE. No sólo agradó a Alejandro Calvo. También, entre otros, al presidente la Cámara de Comercio de Oviedo: es "de lo mejor que hay en ese Ministerio…". En otras bocas, sin embargo, su nombre ha sido pronunciado siempre desde la oposición en las frases que pedían con insistencia el rodar de cabezas. Pesaba sin duda la circunstancia de que Pardo de Vera presidía el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) cuando se fraguó el escándalo de los trenes demasiado grandes o demasiado pequeños. Ingeniera de caminos, hija del primer alcalde democrático de Becerreá (Lugo), que lo fue por la Coalición Democrática, ha ido progresando en el escalafón del Adif desde su ingreso en 2007. Subió haciendo palanca en un perfil de solvencia técnica que le permitió desempeñar cargos de responsabilidad con gobiernos de distintos colores: en 2016, al finalizar una excedencia fugaz en la Diputación de Pontevedra, volvió al Adif como directora general de Explotación y Construcción y en 2018 llegó a ser la primera mujer presidenta de una entidad de la que sólo salió, en 2021, para ser secretaria de Estado. Ha sido el suyo un mandato accidentado. La "vuelta a la primera línea" de la que hablaba Calvo hacía referencia a la enfermedad de la ingeniera. Ella misma hizo público que tenía "el terrible bicho del cáncer".
Isaías Táboas
Los destinos de los dos altos cargos que llegaron ayer a su última estación por el escándalo de los trenes de Feve habían tenido también su propio cruce de vías. Más allá de que los dos tienen raíces gallegas, o de que llegaron a la vez a las presidencias de la operadora ferroviaria y del gestor de infraestructuras, está la circunstancia de que unos cuantos años antes de ser presidente de Renfe, Isaías Táboas Suárez (Valencia, 1958) ocupó el cargo que hasta ayer ostentaba Isabel Pardo de Vera: él también fue secretario de Estado, en su caso en la recta final del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y con José Blanco como ministro de Fomento (2010-2011). En Táboas engañan un poco el lugar de nacimiento –en realidad es más catalán que valenciano– y estos relativamente fugaces hitos de altas responsabilidades dentro del sector del transporte en la trayectoria de un historiador con currículum heterogéneo que a diferencia del perfil técnico de Pardo de Vera tiene claras ascendencias políticas en el Partido Socialista de Cataluña. Cuando llegó a secretario de Estado venía de ser la mano derecha del presidente de la Generalitat, como secretario general de la Presidencia durante los cuatro años del mandato del socialista José Montilla (2006-2010), y director del gabinete del ministro de Industria cuando el mismo Montilla (2004-2006) llevó esta cartera. Mucho antes de ser presidente, ya había pasado por Renfe como delegado de Patrimonio y Urbanismo para Cataluña y Aragón (1993-1996) y director de Comunicación (1991-1994). El retorno a la empresa como presidente le llegó mucho más tarde, en 2018, a la vez que a Pardo de Vera el de la primera mujer presidenta del Adif, pero en su caso después de un paso por el sector privado durante los gobiernos del PP.
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