De Silva: "El Sella es una de las grandes fiestas del mundo"

Los Amigos de Dionisio de la Huerta rinden un emotivo tributo al "político que más hizo por las Piraguas" y a Lele Azcoitia, memoria viva de la cita a sus 99 años

María José Iglesias

María José Iglesias

"El Sella es una de las grandes fiestas del mundo; soy poco dado a grandonismos, es competitividad feroz y al mismo tiempo disfrute". Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Pedro de Silva, expresidente del Principado, abogado y articulista del periódico que también fue piragüista en su juventud y compitió varias veces en el Sella, haciendo tándem con diferentes compañeros: Juan Feliz, Eugenio Soto (presentes ayer en el Club) y Esteban Celorrio. "Yo procuraba ir con los buenos para no hacer mal papel", señaló De Silva, que relató cómo Dionisio de la Huerta le visitaba en el despacho de Presidencia para darle instrucciones a fin de mejorar cada año la celebración.

Lo cierto es que el ambiente sellero inundó ayer el Club en un acto promovido por la asociación Amigos de Dionisio de la Huerta, presidida por Alberto Estrada, que entregó sus distinciones a los "Hacedores del Sella". Una de ellas fue para Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos y la otra apara el fotógrafo piloñés Luis Antonio Azcoitia Argüelles, "Lele", estrecho colaborador de Dionisio de la Huerta, que dada su avanzada edad no recogió el galardón, pero envió a su sobrino Juan Argüelles para representarlo y también un vídeo de agradecimiento desde su casa de Infiesto. "Los dos personajes fueron importantísimos para el desarrollo del Descenso Internacional del Sella", indicó Titu Manzano, encargado de conducir el acto, al que acudieron históricos del Sella como Pedro Sanjurjo, Jorge Díaz y José Julio Fernández, así como el pintor Valentín del Fresno, creador del cartel de los Amigos de Dionisio.

"No soy amigo de homenajes ni de reconocimientos; no hay ni una sola placa con mi nombre en los lugares que inauguré cuando fui presidente, pero... ¡ah, caramba!, esto es otra cosa y cuando me llamó el gran Alberto Estrada no me lo pensé", señaló Pedro de Silva, que tuvo numerosas palabras de alabanza para la labor que realiza la asociación y también para una fiesta que "como asturianos estamos amorosamente obligados a sentir, por todo lo que representa el Sella: el paisaje, la mitología, la historia de Asturias, todo en una mezcolanza extraordinariamente bella en la que se juntan el deporte, la camaradería, la folixa y la felicidad de un pueblo", señaló el expolítico. Para "Lele" también tuvo palabras de cariño. Incluso recordó reuniones clandestinas en la casa-palacio del Orrín, la residencia familiar de Infiesto construida por la familia Argüelles-Meres en el siglo XVIII. "Como asturiano te sientes envuelto en esa turbulencia que creó la mente de Dionisio de la Huerta", indicó Pedro de Silva, cuya figura, al igual que la de "Lele" Azcoiztia, se encargó de glosar la periodista Esther Canteli.

Azcoitia, que tiene en la actualidad 99 años, fue amigo personal de Dionisio y con él recorrió Asturias. El pasado jueves recibió la visita de varios miembros de la asociación que le entregaron el pergamino que le acredita como "Hacedor del Sella". "Yo me encargaba de repartir los carteles de la fiesta en moto, ya que Dionisio no conducía", señaló entonces. "Lele es memoria viva de aquellos primeros años del Descenso", destacó Titu Manzano. "A mi tío le habría encantado estar hoy aquí, después de toda una vida ligada al Sella y a Dionisio", señaló Juan Argüelles. La asociación considera que Pedro de Silva es "el presidente que más hizo por la Fiesta de las Piraguas. Fue un entusiasta del Sella y durante su mandato siempre estuvo volcado con esta prueba, además de ser un gran admirador y buen amigo de Dionisio", aseguró Alberto Estrada.

Lourdes García, concejala de Centros Sociales y Educación del Ayuntamiento de Oviedo, felicitó a los premiados y recalcó el significado del Sella para Asturias. Alberto Estrada agradeció a todos su presencia, no sin antes anunciar que trabaja ahora para difundir el legado que Dionisio dejó en el tenis, deporte en el que fue una gran figura, y ayudó a Manolo Santana en sus primeros pasos.