La miel de Cangas del Narcea que triunfa en la mesa y como detalle para bodas en forma de jabón: "Te llevas un trocín del paraíso"

Los apicultores Celia del Río y Jesús López empezaron con veinte colmenas en 2014 y ahora rondan el millar

Celia del Río y Jesús López, en el colmenar de Penlés, con algunos de sus productos. | Ana Paz Paredes

Celia del Río y Jesús López, en el colmenar de Penlés, con algunos de sus productos. | Ana Paz Paredes / Ana Paz Paredes

"Cuando alguien se lleva un tarro con nuestra miel, a la vez se llevan un trozo de esta tierra, un trocín del paraíso", dicen Celia del Río Rodríguez y Jesús López en el exterior de la nave donde trabajan en Penlés (Cangas del Narcea), lugar en el que viven y regentan, además, una casa de turismo rural. El matrimonio, padres de dos hijos de diez y ocho años, se dedica profesionalmente a la producción de miel asturiana IGP desde 2015, aunque para consumo propio empezaron en 2012.

El nombre de su marca, "El tío Ángel. Miel de Asturias", es en homenaje al tío del mismo nombre de Jesús, a quien éste último de niño iba a ayudar a las colmenas. "No me gustaba entonces, pero ahora mucho de cuanto tiene que ver con las abejas lo aprendí con él", dice. Tanto él como Celia se han estado formando desde que decidieron profesionalizarse en el sector y, cada cierto tiempo, lo siguen haciendo pues, como afirman los dos, nunca se sabe todo y además todo cambia y evoluciona.

De tener 20 colmenas allá por 2012 pasaron a tener en la actualidad casi mil distribuidas en diferentes ubicaciones en Ibias, Cangas del Narcea, Allande y Llanera. La que tienen justo encima de la nave, en Penlés, era un colmenar del tío Ángel. Ella, que en su día estudió la rama de Educación y Sanidad y que quería, en su día, ser profesora, es desde hace años una profesional de la apicultura que, además de regentar una casa rural desde 2008, ha tenido que conciliar su vida profesional con la familiar, al ser madre, emprendedora y esposa. "Conciliar es difícil y complicado; nuestros hijos nacieron en las fechas en que empezábamos con el tema de la miel y eran muy pequeñinos. Tienes que atender la casa, los niños, los apartamentos rurales, la producción de miel. En fin, todo tiene su parte mala y la buena, y la buena es que eres tú quien gestiona tu tiempo", señala Celia. Su marido, que estudió un módulo de mecánica, trabajó en hasta que se dedicó plenamente a la apicultura "con palas y camiones, en movimientos de tierras".

Para ambos fueron determinantes las concesiones de ayudas Leader de la Unión Europea para seguir viviendo en el pueblo y diversificar su trabajo. "Para los apartamentos tuvimos una ayuda Leader y nos concedieron otra para sacar adelante nuestro proyecto apícola en 2015. Fue decisivo. Después de tres años éramos incapaces de mantener el volumen de trabajo que teníamos, así que dejé mi anterior puesto para dedicarme a tiempo completo a ser apicultor y a sacar adelante nuestra empresa", señala Jesús mientras Celia termina de empaquetar unos pedidos.

"Estamos en las redes sociales y también a punto de estrenar página web y, de momento, nosotros somos los que distribuimos por toda Asturias en pequeñas tiendas, herboristerías, comercio gourmet y también enviamos a domicilio, previo encargo. En estas fechas ya tenemos muchos trabajo con todo tipo de eventos: bautizos, comuniones y bodas pues, además de miel, vendemos detalles personalizados con miel, polen y un jabón estupendo, completamente natural, presentando todo de una forma original y atractiva", explica Celia.

Jesús señala que la primavera es la estación de más trabajo para los apicultores "porque por naturaleza las abejas enjambran, si enjambran pierdes las abejas y si las pierdes, no hay miel. Vamos contrarreloj, si nos viene el tiempo adelantado de calor, ellas se adelantan también. Y eso sin hablar de lo que de cómo nos está afectando la velutina y la verroa. Toda nuestra miel es de producción propia", recalca este emprendedor rural.

No puede concebirse "El tío Ángel. Miel de Asturias" sin el trabajo a la par de este matrimonio emprendedor que siempre luchó por vivir y trabajar en su pueblo.

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