En corto y por derecho

Mascarilla sí, mascarilla no

El ministro Miñones se adelanta y anuncia el fin del tapabocas en boticas y centros sanitarios, pero la burocracia lo retrasa todo: hasta el 4 de julio, nada

Mascarilla sí, mascarilla no.

Ésta es la cuestión que trae de cabeza a los ciudadanos y a los responsables de aquellos lugares en los que el tapabocas, uno de los últimos símbolos que quedan –además de carteles y pegatinas en el suelo descoloridas que recuerdan la necesidad de mantener la distancia– de la pandemia del covid (¿alguien se acuerda a estas alturas?).

Pues resulta que el Ministerio de Sanidad anunció la pasada semana que ésta perdería su obligatoriedad ipso facto en los centros sanitarios y farmacias para pasar a ser solo recomendable. Ojo, salvo en algunas zonas con pacientes vulnerables como unidades oncológicas, quirófanos, urgencias, UCIs... en las que seguirá siendo imperativa. Pero han pasado los días y ahí sigue la mascarilla.

Y es que la retirada no es tan sencilla, porque la modificación de la norma aún no ha sido efectiva, ya que los trámites para poder olvidarnos de la prenda definitivamente son algo complicados.

El Ministro José Miñones explicó que algo que a la vista parece tan sencillo como aplicar el fin de la obligatoriedad de la mascarilla requiere "todo un decreto de crisis sanitaria" que aún tiene que "pasar los trámites administrativos correspondientes".

Por este motivo no pudo enviar los documentos al Consejo de Ministros del pasado martes 27. Así las cosas, se espera que todo vaya al Consejo del próximo martes 4 de julio y, aprobado, pase al BOE y de ahí pase a la historia la mascarilla.

Pero con tanta premura se hizo el anuncio por parte del Gobierno central (ay, las elecciones del 23J es lo que tienen...) ha habido mucha confusión en la calle y entre los farmacéuticos y otros sanitarios obligados a llevarla.

Así que la mayoría ha optado por adelantarse al BOE y dejar, por ejemplo, a los clientes que entran en la botica hacerlo sin mascarilla ante los más que frecuentes olvidos. También en muchos centros de fisioterapia o clínicas odontológicas, donde era aún obligatoria, han apostado por desterrarla. "Ya venía siendo complicado porque mucha gente se olvidaba de ella y en cuanto han dicho que se retiraría la gente automáticamente ya no la pone. Así que optamos por ser flexibles", explican unos y otros.

La cuestión es que se hace muy, pero que muy larga, la espera para que el día soñado llegue y podamos entrar en una botica a cara descubierta a comprar aspirinas.

Es que cuando se echa la lengua a pasear... Son muchos los que piensan que bien callado estaba en el Ministro Miñones para no crear falsas expectativas y generar cierta ansiedad por la llegada del decreto al BOE.

Ánimo y paciencia, que el 5 de julio está a la vuelta de la esquina.

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