Los guías caninos asturianos en Libia: "Había muchos cuerpos enterrados en el lodo"

Los miembros de la unidad de rescate del Principado regresan tras una dura experiencia

Los destrozos de la inundación.

Los destrozos de la inundación. / LNE

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

"Ha sido una catástrofe muy gorda. Todo está lleno de lodo, los árboles dentro de las casas, encontramos hasta un coche en un tercer piso. El agua alcanzó los pisos altos y se mantuvo ahí unos cuarenta minutos. Fue más que un terremoto, porque un terremoto deja huecos en los que puede haber supervivientes, pero aquí el agua derribó las casas e inundó los restos", relata Elena Marcos, responsable de la Unidad Canina de Rescate del Principado, tras regresar del operativo para recuperar a las víctimas del huracán Daniel en la ciudad libia de Derna. Marcos, junto a otros cuatro miembros de la Unidad, volvieron en la madrugada de este miércoles a España tras arrimar el hombro durante varios días (se marcharon escalonadamente el martes y el miércoles de la semana pasada), junto a otros integrantes de la Asociación Nacional de Grupos de Perros de Salvamento, en una misión organizada por la ONG Acción Norte.

"La mayoría de los muertos están en el mar, pero aun así había muchos cadáveres enterrados en el lodo. Lo notabas por el fuerte olor que había por todas partes. Supervivientes hubo, pero pocos, en las casas que el agua no derribó", añade Marcos, que apenas regresó, partió camino de un campeonato de perros de rescate en Austria.

Elena Marcos, con «Mini», Rubén Rocandio seguido por «Kenia», y los destrozos. | Unidad Canina de Rescate

Elena Marcos, con "Mini". / Unidad Canina de Rescate

"Nos asignaron una zona y realizamos batidas muy ordenadas, aunque en algún momento nos llamaron a otros puntos en los que había sospechas de que había supervivientes", explica. "Cuando vimos la dimensión de la catástrofe, ya dijimos: aquí no puede haber nadie vivo. Ahora que hemos descartado que hay supervivientes, entrarán las excavadoras para retirar los escombros", añade.

La dimensión de la catástrofe es inmensa: diez mil muertos y otros tantos desaparecidos. El presidente de la mitad del país en la que actuaron, Osama Hammad, reconoció su trabajo desinteresado y les deseó lo mejor. El primer día tuvieron que dormir al raso, aunque luego les alojaron en un colegio que anteriormente había sido un centro carcelario, donde se instalaron los cincuenta españoles trasladados a Libia. "Estuvimos protegidos en todo momento por personal militar para evitar que nos pasase nada. Es una zona de guerra, aunque llevan un año de tregua. Había por todos lados militares y coches con ametralladoras", advierte Elena Marcos, que fue con el perro "Mini".

Los guías caninos en Libia: "Había muchos cuerpos enterrados en el lodo"

Rubén Rocandio seguido por "Kenia". / Unidad Canina de rescate

Elena Marcos estuvo en el terremoto de Turquía y admite que allí había muchos más medios. "Cuando fui a Turquía, nunca había visto tantas excavadoras", asegura.

Junto a Marcos fueron a Libia Miguel de Prado, con el perro "Chuli", Wenceslao Fernández y Rubén Rocandio, con las perras "Anja" y "Kenia", así como Efrén Rodríguez, sin perro al encargarse de cuestiones de logística.

Marcos resumió la experiencia: "Aunque ya imaginábamos que no habría supervivientes, los milagros existen y trabajamos como si hubiese alguien allí debajo. Ha sido enriquecedor. Siempre puede haber vida, y si no la hay, sirve para ganar experiencia y eficiencia. Nos gusta como trabaja Acción Norte. Tratamos de ser muy rápidos y ponernos a trabajar lo antes posible, con un equipo ligero".

Suscríbete para seguir leyendo