Guillén, asturiano con honores, se convierte hoy en socio preferente de Compromiso Asturias XXI

El economista celebra que la política de la región "haya evitado la polarización del resto de España"

Mauro Guillén, ayer, en un hotel de Oviedo. | F. F.

Mauro Guillén, ayer, en un hotel de Oviedo. | F. F. / X. Fernández

"¿Asturias? La mentalidad del asturiano es curiosa. Por un lado, es algo así como ‘que me quiten lo bailao’. Es decir, mucha alegría y ganas de vivir. Luego está todo lo que tiene que ver con el futuro y la economía, donde sí se percibe cierto pesimismo. Y eso que hay grandes empresarios asturianos que triunfan y compañías de la región en los campos más importantes". La reflexión es de Mauro Guillén Rodríguez (León, 1964), sociólogo y economista, formado en Economía Política por la Universidad de Oviedo y doctor en Sociología por la de Yale, que hoy recibe la mención de socio de honor de Compromiso Asturias XXI en la gala que se celebra en el Palacio de Congresos del Calatrava.

Guillén es un asturiano de adopción que triunfó fuera de Asturias. De madre valdesana, estudió en la capital ovetense cuando era joven y luego recorrió mundo. En la actualidad, es vicedecano del Programa MBA de Formación de Ejecutivos de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), donde reside, en la ciudad de Filadelfia. El leonés se cita con LA NUEVA ESPAÑA antes del acto de esta mañana y reflexiona sobre el rumbo de la región.

En clave política, el economista es meridianamente optimista. "En Asturias se ha evitado la polarización que hay en el resto de España, es algo curioso y positivo, que aquí no haya el circo que son los foros políticos a nivel nacional y en muchos países europeos. Eso es bueno. Desde mi punto de vista, la polarización no lleva a nada. Veo calmado a Asturias y eso me gusta", explica el expresidente de la Fundación Princesa de Asturias, cargo al que renunció sin llegar a ejercer por motivos personales. En la actualidad es vocal y defiende la institución como un "activo de Asturias, sin ella Oviedo no sería lo que es".

Guillén muestra alguna duda más en el apartado económico y da una clave más desde su visión: "Asturias tiene tradición industrial y es bueno que siga habiendo empresas en estos sectores, pero un factor a tener en cuenta es que el Principado se quedó en su momento al margen del sector automovilístico y es una pena. Cuando se habla del ‘sorpasso’ de Galicia es curioso, porque hace 70 años estaba peor que Asturias, pero la planta de Citroën le cambió el futuro. En Asturias no se instaló nadie y fue una pena", reitera.

El economista ve desde la distancia los grandes debates de la región y analiza lo que ve como el "renacimiento de la lengua y de la cultura asturiana". Y lo explica. "Ese renacimiento no se ha traducido en un movimiento político y menos todavía en algo que afirme la identidad asturiana por encima de la española, como ocurre en otras zonas. El asturiano está muy orgulloso de su tierra, pero no es excluyente", opina, sin meterse a fondo en la cuestión del asturiano. "Es un tema complicado. Por un lado, está el argumento de la Comunidad de Madrid: ‘Nosotros queremos que nuestros alumnos aprendan inglés, no gallego, valenciano o catalán, que no tienen utilidad. Lo que sucede es que las lenguas son identidad de la gente. En el caso de Asturias no podemos hablar de bable, sino de bables, porque en cada valle es distinto. Al contrario de lo que pasa en Galicia o Cataluña, será difícil que todo el mundo en Asturias asocie a su lengua con la identidad. El asturiano es algo valioso es importante, pero no va a ser utilizada de forma común".

Guillén, exjugador del baloncesto, bromea con que hoy se pondrá el traje y la corbata para recibir su mención de honor. Compromiso Asturias XXI es para él una organización de futuro. "Aporta ideas, se le escucha y hace un esfuerzo fundamental. Nos afecta a todos los asturianos que estamos fuera y podemos contribuir", finaliza Guillén, a todos efectos un asturiano de honor.

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