Tractorada con gusto

De sobra es conocido el mal momento que atraviesan agricultores y ganaderos, no ahora, sino desde hace ya bastantes años. Ahí están en la calle, protestando por toda Europa, para defender su actividad y poder trabajar en condiciones aceptables.

Pero bueno, una cosa no quita la otra. Es decir, no está reñido el ocio con el negocio. La reivindicación no excluye la celebración. Se puede estar al Principado rogando y con el cencerro dando.

La cuestión es que en la gran tractorada de hace más de una semana que colapsó el centro de Oviedo y convirtió la calle Uría en parada y fonda del sector durante 24 horas –la verdad que daba gusto pasear por la zona, entre tractores, todo en silencio, con las cafeterías y los comercios llenos de gente, en plan buen rollo, como si de un día de feria se tratara– hubo tiempo para todo. Para protestar y también para disfrutar, ya que se ha tomado la calle.

Entre los cientos de ganaderos y agricultores desplazados a la capital del Principado, algunos desde los lugares más alejados de las alas, hubo varios grupos de WhatsApp para organizar la movilización. Pero también hubo alguno para organizar el ocio. "Comida tractorada" era el nombre de uno de ellos, muy activo, en el que los integrantes, aparte de informar de dónde estaban los puntos calientes de la protesta o avisar de la presencia de clavos (pinchos) sobre el asfalto destinados a frenar los tractores, aportaban ideas de lugares para irse a almorzar, desayunar o incluso cenar.

Que una cosa no está reñida con la otra. Y ya que se está en Oviedo, habrá que aprovechar, ¿no? A nadie le amarga un dulce, menos a los sufridos ganaderos, víctimas de una amarga crisis. Suerte y ánimo.

Suscríbete para seguir leyendo