Los incumplimientos del gran fabricante de trenes que afectan a Asturias: cuatro ministros y 3 años de demora

La compañía que construye los Avril prometió tener listo el lote de los convoyes más veloces en enero de 2021

Un tren Avril de Talgo.

Un tren Avril de Talgo. / TALGO

La historia de los trenes Avril por los que espera Asturias, aplazados sin fecha, es la de un rosario de retrasos en su construcción y puesta en marcha por Talgo, que es el principal suministrador de trenes de Renfe. La compañía pública sacó a concurso internacional el primer lote de esos trenes en el año 2016, durante el último gobierno del PP. Talgo ganó ese concurso y luego el pedido, inicialmente de quince convoyes, se amplió a otros quince. Finalmente fueron treinta, para España y para Francia. En ese lote, habría una parte para Asturias, estando la región pendiente de la apertura de la Variante, que tras otro rosario de retrasos ya es una realidad.

Desde entonces, nada ha salido como estaba previsto porque estos trenes, más rápidos y que permiten duplicar las plazas, todavía no están listos para circular por España. El último retraso, que afectó a Asturias, fue el de la semana pasada, pero la problemática viene de lejos y empezó ya prácticamente desde el principio, provocando discrepancias continuas entre Renfe, Adif y Talgo. La constructora de trenes no ha querido dar su versión para este reportaje. "No damos ninguna declaración", se limitaron a decir a preguntas de LA NUEVA ESPAÑA.

Hay una anécdota que es reveladora de todas las idas y venidas que tiene esta historia, todavía sin final: Talgo puso problemas en su momento por el diseño de la cafetería de los trenes, para asombro general. Las fricciones empezaron hace dos años, cuando Renfe envió, en julio de 2022, un requerimiento a Talgo, advirtiendo de posibles penalalizaciones del contrato, que se firmó en 2017, un año antes del cambio de Gobierno y la llegada al poder de Pedro Sánchez. Ahí tuvo lugar el primer retraso, ya que los primeros trenes se tendrían que haber recibido en enero de 2021, hace más de tres años. Renfe ya abrió la puerta en aquel requerimiento a pedir una penalización de 116 millones de euros. Talgo, según fuentes de Renfe, respondió a aquella alegación y alegó que los retrasos se debían a la crisis por el covid, además de otras cuestiones geopolíticas. La compañía ferroviaria, en todo caso, siguió apretando a la compañía para que cumpliese con los plazos de entrega. Debido a esos incumplimientos por los que Renfe y también el Ministerio apuntan a Talgo, desde entonces los diferentes representantes políticos fueron dando sucesivas fechas que jamás se cumplieron.

Desde que se encargó aquel lote de trenes, por Transportes pasaron cuatro Ministros: Íñigo de la Serna por el PP y tres socialistas, José Luis Ábalos, ahora en el ojo del huracán; Raquel Sánchez y Óscar Puente, el que tiene que gestionar ahora el enésimo choque con Talgo. Renfe sigue metiendo presión a la compañía y recientemente le recordó los tres años de retraso en los trenes y también la afectación económica de estas incidencias, ya que la empresa pública sostiene que está perdiendo dinero por no disponer de estos convoyes. El lucro cesante, según Renfe, supera los 50 millones de euros, de ahí que la indemnización que pide Renfe sea de 166 millones de euros, aunque Talgo ve poco riesgo para su empresa en esta petición. La compañía fijó en la auditoría de sus cuentas que los Avril estarían funcionando en el primer cuatrimestre.

Lo hizo poco antes de la reunión con Renfe que culminó con el fiasco ferroviario para la región. El Ministerio va de la mano con Renfe en este asunto y está centrado ahora en presionar a la compañía para que acelere los plazos. Los convoyes están homologados, pero el problema es que están dando fallos en las pruebas de fiabilidad, que es el paso previo a la puesta en circulación y la oferta comercial. En Asturias no hubo ningún día sin incidencias, lo que preocupa y asombra a los maquinistas, que se están formando para llevar estos convoyes. De momento, estos fallos superan con amplitud el umbral que maneja Renfe, que es del 97 por ciento.

Ouigo, en escena

La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) resolvió ayer que la operadora ferroviaria privada francesa Ouigo puede prestar cuatro servicios diarios de alta velocidad en la ruta Madrid-Segovia-Valladolid, la misma que utiliza Asturias. Esta compañía ya mostró su interés en operar en la región justo antes de la apertura de la Variante. El organismo ha señalado que estos servicios no comprometen el equilibrio económico del contrato de servicio público 2018-2027 firmado entre el Ministerio de Transportes y Renfe.

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