Me quedo en el pueblo

Clases de Pilates, desde un pueblo con seis vecinos

Amaia García, que dejó Madrid junto a su marido en 2021, imparte su actividad on line de esta disciplina desde su casa de Santa María de Villandás, en el concejo de Grado, donde la pareja fue recibida con mucha alegría por sus pocos habitantes

Amaia García López con su perro Klaus, asomados a la puerta de cuarterón de su casa. |Ana Paz Paredes

Amaia García López con su perro Klaus, asomados a la puerta de cuarterón de su casa. |Ana Paz Paredes / Ana Paz Paredes

Amaia García, su marido David Pedragosa, y el perro Klaus son tres vecinos muy queridos por los otros tres que quedan, y no habitualmente, en el pueblo de Santa María de Villandás. "Aquí a diario vivimos una vecina y nosotros", explica esta madrileña, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y El Deporte y que, desde muy joven, comenzó a dar clases de aerobic, step y otras disciplinas deportivas en Madrid. "Empecé en un gimnasio pequeñín, luego me pasé a otro más grande y al final acabé en otro muy grande tanto dando clases como llevando su gestión. A lo largo de este tiempo me estuve formando en Pilates, que me enamoró desde el principio, y empecé a dar clases ya a partir de 2005. Cuando la empresa cerró, me fui a trabajar con un amigo fisioterapeuta, encargándome yo de la parte de pilates y actividad física", recuerda ella para quien, como para muchos, la pandemia la llevó a reconducir su trabajo y su vida.

Amaia y su perro, en una de las zonas de la casas desde donde imparte las clases on line de Pilates.

Amaia y su perro, en una de las zonas de la casas desde donde imparte las clases on line de Pilates. / Ana Paz Paredes

"Estando en casa encerrados empecé a cavilar cómo seguir dando clases de Pilates con amigos y conocidos para mantenernos en forma pero luego lo extendí también a clientes que acudían a mis clases", recuerda. Y añade: "lo que vivimos hizo que un importante número de alumnos decidiese no volver a la presenciales y preferían continuar conmigo vía on line porque se sentían mas seguros y, además, evitaban desplazamientos", recuerda. Pero llegó un día que tanto ella como su marido, el músico y guitarrista David Pedragosa, decidieron que iba siendo hora de dejar atrás Madrid para vivir más tranquilos y disfrutando de su trabajo, en un pueblo que, para ellos, estaba en Asturias algo que puede entenderse cuando se sabe que la abuela de Amaia era de tierra vaqueira, concretamente de La Bustariega (Somiedo) mientras que sus padres, nacidos en Madrid, también tenían querencia por Asturias, especialmente su padre, que adoraba Avilés.

Amaia en la sala que habilitaron en su casa de Santa María de Villandas, a modo de sala de gimnasio, para impartir sus clase on line.

Amaia en la sala que habilitaron en su casa de Santa María de Villandas, a modo de sala de gimnasio, para impartir sus clase on line. / Ana Paz Paredes

"Mirando por facebook apareció en Grado en venta esta casa y me dije que era la nuestra. Vi que estaba a 35 kilómetros de Oviedo para buscar trabajo allí, que para una persona como yo que andaba muchos días más de 200 kilómetros para ir a dar las clases, no era nada, aunque todavía no conocíamos la carretera, claro (se ríe). Total que vinimos a verla, conocimos a sus dueños, nos encantó y aquí vivimos, tras hacer alguna pequeña reforma para impartir las clases de Pilates y para el estudio de David, desde julio de 2021".

Amaia y su inseprable perro Klaus, asomados a la puerta de cuarterón de su casa de Santa María de Villandás.

Amaia y su inseprable perro Klaus, asomados a la puerta de cuarterón de su casa de Santa María de Villandás. / Ana Paz Paredes

Tras casi 20 años impartiendo Pilates esta profesional ha convertido su casa en un pequeño pueblo de Grado, en un lugar lleno de luz, de naturaleza y paz desde donde emite sus vídeos y sus clases en directo a personas con una edad a partir de los 40 años. "Estoy acostumbrada a trabajar con alumnos que les duelen cosas, yo no hago un Pilates superbonito, que lo hay, porque me he dado cuenta que el método Pilates como algo cerrado no es bueno para todo el mundo, no todos los ejercicios valen para todos los cuerpos. Por eso he creado mi método personal de trabajar en base a ejercicios de corrección postural, trabajamos mucho la fuerza, la flexibilidad y la movilidad articular", explica Amaia cuyo trabajo se puede conocer a través de su página web Nosolopilatesamaia.es además de sus vídeos en las redes sociales. "La gente puede inscribirse en la página web donde cuenta con numerosos vídeos con ejercicios y recomendaciones, y también participar on line en directo en las clases que imparto".

Amaia y su perro Klaus, en la zona habilitada en la casa desde la que realizar los ejercicios de Pilates y que emite on line.

Amaia y su perro Klaus, en la zona habilitada en la casa desde la que realizar los ejercicios de Pilates y que emite on line. / Ana Paz Paredes

Esta madrileña de raíces asturiana dice que su vida ha mejorado un trescientos por cien desde que viven allí. "Eso sí, cuando vienes a un pueblo tienes que ir adaptándote , hay que aprender a vivir en el pueblo; a encender una cocina de leña, a cortarla, a cuidar el huerto. Para nosotros no hay nada comparable como despertar cada mañana y ver y escuchar este paisaje".

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